viernes, 5 de abril de 2013

Azorin. La voluntad


Puche es un viejo clérigo, de cenceño cuerpo y cara escuálida. Tiene palabra dulce de iluminado fervoroso y movimientos resignados de varón probado en la amargura.

-la multitud le exaspera: odio profundo, odio tal vez rezago de lejanos despechos

-el predicador, en destempladas voces de pintoresca ortología regionalista, relata las ansias perdurables del Dios-Hombre.

-el viento ruge desenfrenadamente fuera. Y el viejo armónium gime tenue, gime apacible, gime lloroso, como un anciano que cuenta sollozando sus días felices.

-clérigo ambulatorio

-ahora Azorín lee a Montaigne. Este hombre que era un solitario y un raro, como él, le encanta.

-el peligro de la vida de pueblo es que se siente uno vivir…que es el tormento más terrible.

-yo veo que hay dos cosas en literatura: la novedad y la originalidad. La novedad está en la forma, en la facilidad, en el ardimiento, en la elegancia de estilo. La originalidad es cosa más honda: está en algo indefinidible, en un secreto encanto de la idea, en una idealidad sugestiva y misteriosa.(…) los escritores originales son todos sencillos, claros, desaliñados casi…porque sienten mucho. Cervantes, Teresa de Jesús, Bécquer…son incorrectos, torpes, desaliñados

-¿Qué fue de José Castro y Serrano?

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