Puche es un viejo clérigo, de
cenceño cuerpo y cara escuálida. Tiene palabra dulce de iluminado fervoroso y
movimientos resignados de varón probado en la amargura.
-la multitud le exaspera: odio
profundo, odio tal vez rezago de lejanos despechos
-el predicador, en destempladas
voces de pintoresca ortología regionalista, relata las ansias perdurables del
Dios-Hombre.
-el viento ruge desenfrenadamente
fuera. Y el viejo armónium gime tenue, gime apacible, gime lloroso, como un
anciano que cuenta sollozando sus días felices.
-clérigo ambulatorio
-ahora Azorín lee a Montaigne. Este
hombre que era un solitario y un raro, como él, le encanta.
-el peligro de la vida de pueblo es
que se siente uno vivir…que es el tormento más terrible.
-yo veo que hay dos cosas en
literatura: la novedad y la originalidad. La novedad está en la forma, en la
facilidad, en el ardimiento, en la elegancia de estilo. La originalidad es cosa
más honda: está en algo indefinidible, en un secreto encanto de la idea, en una
idealidad sugestiva y misteriosa.(…) los escritores originales son todos
sencillos, claros, desaliñados casi…porque sienten mucho. Cervantes, Teresa de
Jesús, Bécquer…son incorrectos, torpes, desaliñados
-¿Qué fue de José Castro y Serrano?
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