miércoles, 28 de junio de 2017

Fernando de Herrera (poesia)

-Osé y temí; mas pudo la osadía.

-veo el daño, pero tarde

-sigo al fin mi furor, porque mudarme/no es honra

-¿qué vale contra un mal siempre presente/apartarse y huir, si en la memoria/se estampa, y muestra frescas las señales?

-y por do voy huyendo el suelo esmalto/de rotos lazos

-luna, honor de la noche, ilustre coro/ de las errantes lumbres fijadas

-de antiguos pensamientos molestado

-tanto bien representa la memoria/ y tanto mal encuentra la presencia

-pues venzo mi pasión con la memoria/y con la honra de saber penando

-cruda suerte de amor, dura mudanza/ firme a mi mal, que el variar del cielo/tiene contra su fuerza suspendido.

-la gloria de fingidas alegrias

-que temo tanto el dulce estado/que (como al bien no esté enseñado y hecho)/abrazo ufano el grave dolor mio

-la pura región de la alegría

-y en estas ondas y corriente llena/ a quien vencer mis lágrimas porfían/viva siempre mi mal y amor crecido.

-que el mal no espanta a quien lo tiene en uso/el bien que temo y dudo se deshace.

-y trabuco al fondo despeñado

-que la tierra/ me falta al curso acostumbrado

-canso la vida en esperar un día/de fingido placer, huyen los años

-oh cara perdición, oh dulce engaño/süave mal, sabroso descontento

-y tanto os temo, cuanto más os amo (XXXI)

-el mal que hay conviene ser callado/cuando pienso acabarlo, acrecentado/vero el camino y mi trabajo cierto

-de mi dichoso mal la rica historia

-descanso cuando estoy más lastimado

-divino amor que enciende y junto enfrena

-Que yo en esa belleza que contemplo/(aunque a mi flaca vista ofende y cubre)/la inmensa busco, y voy siguiendo al cielo (XXXVI)

-sin que os dañe la oscuridad profana

-pero tendré de Ladmo en la aspereza/si Luna sois, del cazador el pecho,/ y no del que honró Arcadia la figura.

-de Amor el enemigo más honrado

-las alas rojas bate y huye el suelo

-que quien muda la edad, trueca el cuidado

-dos bellos ojos y un semblante honesto/son causa; que cantar bien deseara/el principio y los fines de las cosas

-alegre, fértil, vario, fresco prado

-que el tiempo avaro, aunque esta flor destruye/contra ella nunca osó intentar victoria

-oh breve don de un agradable engaño/dulce mal del contento aborrecido (LXII)

-donde el dolor me lleva vuelvo el paso

-sigo por un desierto no tratado

-blancas todas tus viras, que recelo/ es blanco el arco

-o en algo desocupe mi cuidado

domingo, 11 de junio de 2017

Pérez Galdós (La estafeta romántica)

-se había casado con un primo, miliciano nacional y comerciante en quincalla

-José María me encarga te exprese todos los rendimientos de su fineza y buena memoria

-vive y manda

-he tenido el triste fin  que Dios reserva a los cortos de juicio y anchos de ambiciones.

-le aplicaron, para destupirle, los remedios del caso.

-ahora resulta que quien no deja a sus herederos ni especie metálica ni bienes raices, les beneficia con el propio matolaje de sus hábitos viciosos.

-su afabilidad, su señorío, maravillosamente fundido con la llaneza. Como no la conoces, amado clérigo, no has visto la encarnación del buen gusto; eso es Valvanera, el buen gusto convertido en mujer.(...) hasta en los actos más insignificantes se revela su cualidad suprema, el don de la forma.

-Me encanta verla dar de comer a sus hijos pequeños; si la oyes reñir a su criado, quisieras ser tú el reñido; y si algo te reprende, no tienes más remedio que darle las gracias.

-vivir un noble en sus propiedades rurales ha venido a ser rareza exótica y hurañia extravagante.

-dos niñas desaplicadas, para que sus encantos sean mayores; rebeldes a la educación clásica; inflamadas ambas del santo horror de la Gramática y de la Aritmética; delirantes por el baile, por las comedias

-todo es del color de tu sotana, y lo poquito que colorea y fulgura imita el viso de ala de mosca que tienes en ella.

-No me llama Dios por ese camino: lo haré muy mal.

-sufrieron desmayos de menor cuantía

-gran prócer y libertino, que no se decidía, no, a una jubilación forzosa. Lo quería de veras, y él a mi mucho más de lo que merezco. Me dió consejos sapientísimos que no seguí.

-incienso citéreo

-introduciendo en la humana pasión en la máquina neumática y asfixiandola inicua y estúpidamente

-hay un periodo medio entre lo reciente y lo remoto, que es el más abonado para las recaídas.

-bigardón dotado de una formidable terquedad vizcaina

-nos acompañan dos venerables amigos del pueblo, furibundos tresillistas y lectores de papeles públicos

-sofión

-aquella condenada Zahón, que Dios confunda,

-el caso ni aun merece se le ponga en verso y en escenas parladas para salir al teatro

-llegaste tarde, cosa vulgarísima y de clavo pasado

-desprecio de buen tono, venial embuste

-por donde menos se piensa, se va a Roma

-de hombres se hacen los obispos, dicen los viejos refranes

-basta de prólogo con morrión

-las preciosas  virtudes de no hacer nada y de pensarlo todo, que son mis virtudes favoritas

-tirabeques que aquí conocemos son estrechos

-distráete aunque sea con disgustos nuevos

-el no sospecha que le han amado corazones ausentes, desconocidos

-el dia que la sacramentaron estaban muy afligido

-soy para él un libro en lengua chinesca; y él para mi un libro en blanco. No me dice nada.

-había encontrado mi órbita, la verdadera, la única y en ella podía correr a mis nachas sin desviarme.

-me siento un poco masónica. quiero decir que prefiero los males de la libertad a los del orden.

-EL Tiempo tiene dos caras: es amigo que infunde esperanzas y enemigo que amedrenta.

-Juana Teresa es muy lista, maestra en gramática parda, en marrullerías plebeyas. Rodriguito  suple con tenacidad la pobreza de su entendimiento

-sobre las leyes sociales y religiosas está la caballería.

-sería  curioso conocer los prodigios de labia y finura con que ha logrado catequizar a tales verdugos

-consagrarse a vestir imágenes

-quiero, no quiero, échamelo al sombrero.

-

jueves, 1 de junio de 2017

Virgilio (según A. García Calvo)

-delicado de estómago, hombre de agrias y pesadas digestiones, así nos lo muestra en un poema Horacio.

-Culex, Ciris, Aetna, epilios (pequeños poemas épicos)

-también se le atribuye Moretum (en que se cuenta cómo un labrador elabora la torta de yerbas de ese nombre antes de salir para las aradas)

-Virgilio y Horacio han de renunciar a jugar a la pelota y retirarse a descansar, ya que, como Horacio dice, no es propia la pelota ni para cegajosos (lippus) ni para malos digeridores (crudus)

-una época en que ya los líricos eran, más que cantores, afanosos lectores de papiros

-su necesidad de buscar residencia en los climas más benignos, que fue sin duda parte a que no volviera desde su primera juventud, al parecer, a las húmedas tierras natales del valle del Po y del Mincio

-marcháos, bombos retóricos, palabras de zumbido semihelénico infladas; marchad, vacio tamboril de escolares.

-a creer de la Vita de Donato, donde se dice que pensaba, una vez rematada la Eneida, retirarse para siempre a la filosofía. Pero, dice Juan de Mairena, lo inevitable es ir de lo uno a lo otro.

-su vida nos ofrecen más bien el cuadro de un enfermo de pecho, como se decía eufemísticamente antaño, de un tísico de evolución lenta, aproximadamente.

-en una sociedad predineraria o sacral, el vate está integrado en las  clases sacerdotales, como una especie de oficiante auxiliar del culto, y éste es el primer sentido de la palabra latina vates.

-en una sociedad dineraria  precapitalista o artesanal, el aedo es un artesano  libre entre los demás, y así aparece al comienzo de los Trabajos de Hesiodo, enumerado entre el alfarero, el carpintero y el mendigo

-en una sociedad capitalista, el poeta es profesión especializada, tan pronto altamente honrada y remunerada por los magnates, en cuanto medio de propaganda, como marginada y denigrada por la generalidad, reduciéndose al poeta a clases marginales típicas, ya restos de señorio ocioso, ya parte de los llamados proletariados harapientos, como la bohemia

-esta condición de doble faz (que está resumida en el adjetivo latino sacer, sagrado y maldito, al mismo tiempo) se apunta ya bien en aquel trance en que Horacio, que ha de consultar al abogado Trebacio sobre las malas consecuencias que el hacer versos acarrea, sin que por ello pueda dejar de hacerlo, oye de labios del jurisperito: "mucho me temo que no seas vividero",

-la enfermedad del poeta dejará ya de aparecérsenos como una enfermedad meramente del individuo, para aparecérsenos como una enfermedad de la poesía.

-el Ser de la sociedad Humana no parece operar, en efecto, ni por mera perseverancia ni por imaginación inagotable, sino más bien por ritmo y repetición

-sería su costumbre, componiendo a la manera del parto de la osa, dictar por la mañana o escribir (en las tablillas enceradas que eran usuales para cuentas, esquelas o borradores) un buen número de héxametros, los cuales iría corrigiendo y reelaborando a lo largo del día

-reserva y verecundia de que se nos habla como rasgo suyo

-paso de la poesía a la literatura:  si allí el poner por escrito era proporcionar la muerte, sepultura, fijación y preservación a lo que ya había cumplido sus funciones, aquí en cambio los versos nacen ya en estado de fijeza y conservación, y la recitación consiste en un intento de sacar a los muertos de su sepultura para hacerlos vivir de algún modo

-¿en qué sentido la literatura es la enfermedad de la poesía? La enfermedad es conciencia del propio cuerpo.

-la función más constante de la poesái era la de intentar borrar esa conciencia del cuerpo (conciencia que es alma, naturalmente) para en cambio devolvernos al recuerdo; o mejor aún que al recuerdo, devolvernos, al borrar la enfermedad, a la vida. Lo cual viene a hacer de la poesía algo como un conflicto vivo con la historia, una enfermedad de la constitución histórica del hombre, así como es  igualmente un conflicto con la lengua establecida, que constantemente trata de romper y contrariar, y ya desde su ritmo mismo, una enfermedad del ritmo cotidiano de la lengua.

-poesia enfermedad de la historia; literatura, enfermedad de la enfermedad

-liquidación del Tiempo, que era el ansia misma de la poesía.

-Virgilio, va efectivamente a morir de su enfermedad, que era la enfermedad de la poesia, su conflicto con la Literatura y, a través de ella, con el tiempo de Historia.

-desarrolladas  al principio en los círculos órficos y pitagóricos, pero que en la época helenística en que Virgilio escribe deben considerarse ya como las concepciones popularizadas sobre la vida separada de las almas

-deblateraciones: declamar

-recitat de la dulce y sabia poesía quería decir ocio, y por ende enamoramiento; pero el Poder requiere un relleno y ocupación constante de los corazones con los millares de frívolas informaciones serias que ha llegado a necesitar su mecanismo: es su manera de aplazar el miedo.

-arte combinatoria de sus palabras y sus elementos, que trata por desgarrones de desvelar acaso el secreto de la constitución personal del mundo.

-olbios, beatus, honesta confusión entre "feliz" y "rico",

-con turbia simpleza se oye a veces a los estudiosos de la Literatura tomarse las abejas de Virgilio, no ya como reflejo, sino como modelo y casi exaltación del Orden del estado.

-sobre el fracaso de la poesía contra la ley que gobierna la vida de los hombres, se cierra el libro de las Geórgicas

-inmueble roca

-el punto acaso más alto y en todo caso punto clave de la técnica virgiliana está en la construcción; que llamamos adrede "construcción"; pues, al pasar de la poesia a la literatura, lo que eran costumbres de retorno rítmico en la recitación o el canto quedan congeladas en fórmulas de construcción arquitectónica (el ritmo, reducido a libro, no puede menos de resultar también en una estructura visual.

-alternancia entre pasaje de narración saltuaria y otros de narración demorada.

-organización concéntrica de los episodios

-frialdad de Virgilio con su héroe: para  restaurar el equilibrio y objetividad y desprendimiento, libre de todo juicio, con que se presentan los héroes y los dioses y entre las acciones igualmente se reproducen sus palabras

-literatura es ya estado. La poesia es anterior