- casa de Villaespesa, calle del Pez, Madrid
-1901, en el Sanatorio de Castel d´Andorte en Le Bouscat, Bourdeaux
-1901-03, en el Sanatorio del Rosario y luego en casa del doctor Luis Sinarro
-lo aristocrático a la intemperie
-empecé a escribir Platero hacia 1906, a mi vuelta a Moguer
-Diario de un poeta recién casado es mi mejor libro. Me trajeron unidos amor, alta mar, alto cielo, verso libre, Americas distintas.
-erizada dificultad que cerca a quien quiere cultivarlos en lo profundo. Ruido, mala temperatura, grito, incomodidad, picos, necesidad de alternación política, falta de respeto, pago escaso...todo contribuye a que el hombre interior español viva triste.
-trust de malos olores.
-sus grandes obras surgen por el contacto con el mar
-"las expresiones poéticas más bellamente delicadas se las he oido a hombres toscos del campo, y con nadie he gozado más hablando que con ellos o sus mujeres y sus hijos (...) levantando la poesía del pueblo se habrá diseminado la mejor semilla social política".
-dotar a la prosa de la misma virginidad expresiva, la misma novedad combinatoria que se exige para el verso.
-el modernismo era libertad interior.
-el krausismo era entonces lo que luego fue el modernismo.
-dos corrientes innovadoras de su época: modernismo teológico y krausismo laico
-el tema de la educación, de la pedagogia krausista en Platero y yo, estrechamente ligado a la preocupación patriótica.
-descubrimiento de Alfred Loisy
-intuición poética del cristianismo, basada en el ideal de Francisco Giner; hacer la vida religión y religión de la vida. Vivir en Platero es vivir religiosamente.
-cura Don José, el médico Darbón, los maestros de escuela Doña Domitila y Lipiani; la muchedumbre le produce disgusto y desagrado, huye de los espectáculos que provocan hipocresía.
-el mundo lleno de hipocresía y violencia, un mundo necesitado de un ideal redentor. Y en este mundo es donde entra el poeta "vestido de luto, con mi barba nazarena cabalgando en la blandura gris de Platero". El poeta, como Cristo, es malentendido y perseguido por los niños pobres.
-son lecciones de sencillez, naturalidad, bondad, compasión, amor fraterno, en fin, virtudes cristianas todas.
-imágenes en torno de la mariposa y la sangre
-esta comunión entre Platero y la naturaleza encarna un misterio sagrado. Todos estos actos pueden ser interpretados como elementos rituales de un gran drama estacional en el cual el propio Platero es el protagonista.
-¿No son las heridas de Platero una evocación de las del Cristo crucificado?
-Platero y su amo, cuerpo y alma, parecen representar los dos aspectos de Jesucristo
-Platero, iba debajo de mi, como si fuera mi cuerpo olvidado.
´-asno y amo, vida, muerte y resurrección, heridas de sangre, mariposas y lirios..El Redentor entra en Jerusalem montado sobre un asno.
-lo divino se interioriza y la religión se convierte en un asunto de conciencia -conciencia de algo divino e innato.
-la mariposa expresa el sentido de su muerte como proceso de metamorfosis y renacimiento en el mundo natural o como misterio de resurrección en el reino espiritual
-pedagogía lírica de Platero
-la poesía es una tentativa de aproximarse a lo absoluto por medio de los símbolos. Lo universal es lo propio; lo de cada uno elevado a lo absoluto.
-pero las aguas más vitales para la inspiración de Platero son aquellas que fluyen de Tomás de Kempis, la Biblia y los místicos españoles, "renovados" o "modernizados" por Renan, Loisy y el krausismo español.
-la regeneración de la vida cristiana es necesaria para la regeneración social y política del país.
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-1901, en el Sanatorio de Castel d´Andorte en Le Bouscat, Bourdeaux
-1901-03, en el Sanatorio del Rosario y luego en casa del doctor Luis Sinarro
-lo aristocrático a la intemperie
-empecé a escribir Platero hacia 1906, a mi vuelta a Moguer
-Diario de un poeta recién casado es mi mejor libro. Me trajeron unidos amor, alta mar, alto cielo, verso libre, Americas distintas.
-erizada dificultad que cerca a quien quiere cultivarlos en lo profundo. Ruido, mala temperatura, grito, incomodidad, picos, necesidad de alternación política, falta de respeto, pago escaso...todo contribuye a que el hombre interior español viva triste.
-trust de malos olores.
-sus grandes obras surgen por el contacto con el mar
-"las expresiones poéticas más bellamente delicadas se las he oido a hombres toscos del campo, y con nadie he gozado más hablando que con ellos o sus mujeres y sus hijos (...) levantando la poesía del pueblo se habrá diseminado la mejor semilla social política".
-dotar a la prosa de la misma virginidad expresiva, la misma novedad combinatoria que se exige para el verso.
-el modernismo era libertad interior.
-el krausismo era entonces lo que luego fue el modernismo.
-dos corrientes innovadoras de su época: modernismo teológico y krausismo laico
-el tema de la educación, de la pedagogia krausista en Platero y yo, estrechamente ligado a la preocupación patriótica.
-descubrimiento de Alfred Loisy
-intuición poética del cristianismo, basada en el ideal de Francisco Giner; hacer la vida religión y religión de la vida. Vivir en Platero es vivir religiosamente.
-cura Don José, el médico Darbón, los maestros de escuela Doña Domitila y Lipiani; la muchedumbre le produce disgusto y desagrado, huye de los espectáculos que provocan hipocresía.
-el mundo lleno de hipocresía y violencia, un mundo necesitado de un ideal redentor. Y en este mundo es donde entra el poeta "vestido de luto, con mi barba nazarena cabalgando en la blandura gris de Platero". El poeta, como Cristo, es malentendido y perseguido por los niños pobres.
-son lecciones de sencillez, naturalidad, bondad, compasión, amor fraterno, en fin, virtudes cristianas todas.
-imágenes en torno de la mariposa y la sangre
-esta comunión entre Platero y la naturaleza encarna un misterio sagrado. Todos estos actos pueden ser interpretados como elementos rituales de un gran drama estacional en el cual el propio Platero es el protagonista.
-¿No son las heridas de Platero una evocación de las del Cristo crucificado?
-Platero y su amo, cuerpo y alma, parecen representar los dos aspectos de Jesucristo
-Platero, iba debajo de mi, como si fuera mi cuerpo olvidado.
´-asno y amo, vida, muerte y resurrección, heridas de sangre, mariposas y lirios..El Redentor entra en Jerusalem montado sobre un asno.
-lo divino se interioriza y la religión se convierte en un asunto de conciencia -conciencia de algo divino e innato.
-la mariposa expresa el sentido de su muerte como proceso de metamorfosis y renacimiento en el mundo natural o como misterio de resurrección en el reino espiritual
-pedagogía lírica de Platero
-la poesía es una tentativa de aproximarse a lo absoluto por medio de los símbolos. Lo universal es lo propio; lo de cada uno elevado a lo absoluto.
-pero las aguas más vitales para la inspiración de Platero son aquellas que fluyen de Tomás de Kempis, la Biblia y los místicos españoles, "renovados" o "modernizados" por Renan, Loisy y el krausismo español.
-la regeneración de la vida cristiana es necesaria para la regeneración social y política del país.
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a la memoria de Aguedilla, la pobre loca de la calle del Sol,
que me mandaba moras y claveles.
-sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos
escarabajo de cristal negro
-los hombres del campo, vestidos de limpio de despaciosos, se
quedan mirándolo: Tien´asero.
-el alimento ideal pasa, libre y cándido, sin pagar su
tributo a los Consumos.
-pronto, al amanecer de vuestra adolescencia, la primavera os
asustará, como un menigo, enmascarada de invierno.
-la frente sintió el fino aleteo de la sombra fresca, igual
que cuando se entra en un pinar espeso.
-Platero parecía (por
el eclipse), allá en el corral, un burro menos verdadero, diferente y
recortado; otro burro…
-cabras negras entre las zarzamoras
-Platero trota sobre el arroyo, pisa la luna y la hace
pedazos.
-Doña Domitila te daría con su larga caña seca en las manos o
se comería la carne de membrillo de tu merienda o te pondría un papel ardiendo
bajo el rabo y tan coloradas y tan calientes las orejas como se le ponen al
hijo del aperador cuando va a llover…
-vestido de luto, con mi barba nazarena y mi breve sombrero
negro, debo cobrar un extraño aspecto cabalgando en la blandura gris de
Platero.
-chiquillos gitanos, aceitosos y peludos
-superposición de vagos y absurdos simulacros primaverales
-el pecho joven subía y bajaba como una menuda ola prisionera
-un doble reír, caído y cansado, expresó desde el suelo el
femenino rendimiento
-todo lo fuerte se hace con su adorno delicado.
-tus ojos, que tu no ves, Platero.
-los jilgueros, los chamarices y los verderones te pondrán,
en la salud perenne de la copa, un breve techo de música entre tu sueño
tranquilo y el infinito de azul constante de Moguer.
-las golondrinas le contaban a las flores lo que habían visto
en África
-el sol enciende un gran lunar de oro en la plata blanda de
su lomo.
-el techo viejo llueve claras monedas de fuego.
-subida en lo más alto
del pesebre, la cabra me mira curiosa, doblando la fina cabeza de un lado y de
otro, con una femenina distinción
-me ha saludado con un levantado rebuzno
-el paisaje verde nada en la lumbrarada florida y soñolienta
y en el azul limpio que encuadra el muro astroso, suena, dejada y dulce, una
campana.
-parecía que ya no estaba sobre la tierra, que entre sus
herraduras y las piedras, un nuevo elemento lo aislaba, dejándolo sin razón,
igual que un árbol desarraigado, cual un recuerdo, en la mañana violenta,
entera y redonda de primavera. (El potro castrado)
--¡Qué mágico embeleso ver, tras el cuadro de hierros de la verja, el paisaje y el cielo mismos que fuera de ella veían¡
-me daba azamboas y besos
-¡cuántos sueños le ha mecido a mi infancia, esa pobre
pimienta que, desde mi balcón, veía yo, llena de gorriones, sobre el tejado de
don José!
-¡qué interés(…) desde mi balcón, en el silencio de la calle,
el de la casa de enfrente!
-el niño(tonto) alegre él y triste de ver; todo para su
madre, nada para los demás
-mal viento negro
-manadero sin fin de alegrones
-hunde suavemente su boca en los espejos, que parece que se hacen líquidos al tocarlos él; y hay
por su enorme garganta como un pasar profuso de umbrías aguas de sangre.
-la escopeta, una absurda escopeta vieja amarrada con tomiza,
se le había reventado y el cazador traía el tiro en un brazo.
-¡Qué encanto el de la azotea! Las campanas de la torre están
sonando en nuestro pecho, al nivel de nuestro corazón, que late fuerte(…) el
rio, con un barco que no acaba de entrar; graneros, donde un músico solitario
ensaya el cornetín, o donde el amor violento hace redondo, ciego y cerrado, de
las suyas…
-bebiendo en el pilón, sin verme, o jugando, como un tonto,
con el gorrión o la tortuga
-veníamos los dos, cargados, de los montes; Platero de almoraduj; yo, de lírios amarillos
-todo lo que en el poniente habia sido cristal de oro, era luego cristal de plata
-los lirios olían más en la frescura de la noche que se entraba; olían con un olor más penetrante y al mismo tiempo, más vago, que salía de las flor sin verse la flor, flor de olor sólo, que embriagaba el cuerpo y el alma desde la sombra solitaria.
-Alma mía, lirio en la sombra -dije. Y pensé, de pronto, en Platero, que, aunque iba debajo de mi, se me había, como si fuera mi cuerpo, olvidado.
-veníamos los dos, cargados, de los montes; Platero de almoraduj; yo, de lírios amarillos
-todo lo que en el poniente habia sido cristal de oro, era luego cristal de plata
-los lirios olían más en la frescura de la noche que se entraba; olían con un olor más penetrante y al mismo tiempo, más vago, que salía de las flor sin verse la flor, flor de olor sólo, que embriagaba el cuerpo y el alma desde la sombra solitaria.
-Alma mía, lirio en la sombra -dije. Y pensé, de pronto, en Platero, que, aunque iba debajo de mi, se me había, como si fuera mi cuerpo, olvidado.
--¡Qué mágico embeleso ver, tras el cuadro de hierros de la verja, el paisaje y el cielo mismos que fuera de ella veían¡
-En mis sueños, con las equivocaciones del pensamiento sin
cauce, la verja daba a los más prodigiosos jardines, a los campos más
maravillosos.
-rezar con los pobres por los muertos de los ricos.
-me malhumora una endiablada chillería de chiquillos.
-Libre concierto de picos, fresco y sin fin
-Parece que estuviéramos dentro de un gran panal de luz, que
fuese el interior de una inmensa y cálida rosa encendida.
-Platero, voy a darte un cubo de esta agua pura y fresquita,
el mismo cubo que se bebía de una vez Villegas, el pobre Villegas, que tenía el
cuerpo achicharrado ya de coñac y del aguardiente.
-Un velo parecía enlutecer el sol; un velo grande, como el
velo pequeñito que nubló el ojo sano del perro asesinado.
-desbordado imaginación de un pintor interno; jardines
venustianos…
-Este remanso era mi corazón antes. Así me lo sentía,
bellamente envenenado, en su soledad, de prodigiosas exuberancias detenidas…
-sobre la empapada lana del asnucho, las campanillas mojadas gotean
todavía.
-Hasta el rebuzno del Platero se hace tierno bajo la dulce
carga llovida
-¡Quién como tú, Platero, pudiera comer flores…y que no le
hicieran daño¡
-contagiado, en un oleaje de carnes de plata, igual que un
chivillo, hacía corvetas, giraba sobre sus patas, en un vals tosco
-blandamente ruidoso
-en el manso y áureo
viento marero que ondulaba las copas.
-entre las lejanas maldiciones de los chiquillos violentos,
rozaba su cabezota peluda contra mi corazón, dándome las gracias hasta lastimarme
el pecho.
-Ahí tienes el ideal de familia de Amaro…Un hombre como un
roble, que se rasca; una mujer, como una parra, que se echa; dos chiquillos,
ella y él, para seguir la raza, y un mono, pequeño y débil como el mundo, que
les da de comer a todos cogiéndose las pulgas…
-llega al prado del cabezo,
-dejando ver las grandes habichuelas de sus dientes
amarillos.
-Inútil pregón misterioso, que ruedas brutalmente, como un
instinto hecho carne libre, por las margaritas.
-la sanguijuela….parece un costalillo de almagra o un
pellejillo de vino tinto.
-una flaca hermosura recia las acompaña, como un recuerdo
seco y duro.
-Aglae, la donadora de bondad y hermosura, apoyada en el peral que ostenta
triple copa de hojas, de peras y de gorriones, mira la escena sonriendo, casi
invisible en la transparencia del sol matinal.
--Darbón, el médico de Platero, es grande como un buey pio,
rojo como una sandía.
-manotadas ponderativas
-el agua le pone en la palma un tembloroso palacio de
frescura (…) El placio igual siempre y renovado a cada instante, vacila a
veces.
-le robe al agua la sorprendida forma primera.
-Nos entendemos bien. Yo lo dejo ir a su antojo, y él me
lleva siempre adonde quiero.
-Platero se me ha rendido como una adolescente apasionada. De
nada protesta. Sé que soy su felicidad. Hasta huye de los burros y de los
hombres…
-la chiquilla del carbonero, bonita y sucia cual una moneda
-acacia, verde llama que fue creciendo.
-Aquí, a donde tantas veces vine de la vida, con una ilusicón
de soledad musical, fresca y olorosa, estoy mal, y tengo frió, y quiero irme,
como entonces del casino, de la botica o del teatro, Platero.
-La niña, con su hábito cándido de Virgen de Montemayor,
lazado de grana, transfigurada por la fiebre y la esperanza, parecía un ángel
que cruzaba el pueblo, camino del cielo del sur.
-el olor de la Rocina
-dos grandes bueyes píos, que parecían obispos con sus
frontales de colorines y espejos.
-Platero, entonces, dobló sus manos, y como una mujer se
arrodilló –una habilidad suya- blando, humilde y consentido.
paciendo entre las castas margaritas del pradecillo
-una cosa enorme y tibia avanza, de pronto, como una proa
viva, sobre mi hombro…
-quand en songeant ma follatre j´acolle (Ronsard)
-mete su cabezota entre los niños, por jugar
-humilde solicitud aduladora
-consiente el robo de una abeja o el voluble adorno de una
mariposa
-¿Qué le diera yo al otoño, a cambio de esta flor divina,
para que ella fuese, diariamente, el ejemplo sencillo y sin término de la
nuestra?
-No sé si tú, Platero,
sabrás ver una fotografía. Yo se las he enseñado a algunos hombres del campo y
no veían nada en ella (capítulo Lord)
-redondo e impetuoso como el agua en la boca del caño.
-alboroto piador, huella macerada
-Platero rebuzna, sediento y anhelante Del pozo sale,
asustada, revuelta y silenciosa, una golondrina.
-huele a pan calentito y a pino quemado (Albérchigos)
-ambos rucios se entienden en no sé qué movimiento gemelo de
cabezas.
- -muerto él sin saber yo cómo era, ya sabes que, según ese
chiquillo, hijo de una madre que lo conoció sin duda, y soy más tonto que
Pinito.
-el patio empedrado vibraba sonoro del relinchar de los
alegres caballos pujantes,del reir fresco de las mujeres, de los afilados
ladridos inquietos de los perros.
-Platero alzaba su raudo trotecillo agudo, que necesitaba
multiplicar insistentemente, como un tren de Riotinto, su rodar menudo.
-si al hombre que es bueno debieran decirle asno. Si al asno
malo debieran decirlo hombre.
-convexo firmamento verdinegro. Ay, Si su peluda cabezota
idílica supiera que yo le hago justicia, que yo soy mejor que esos hombres que escriben
Diccionarios, casi tan bueno como él.
-las campanas con su pregonera coronación de bronce…
-la chillona metalería de la música.
-San Roque, patrón de los panaderos; San Telmo, patrón de
los marineros.
-nube celeste de incienso
-en la tarde que cae, se alza, limpio, el latín andaluz de
los salmos.
-Platero, en aquel hueco de silencio, rebuzna. Y su
mansedumbre se asocia, con la campana, con el cohete, con el latín y con la
música de Modesto, que tornan al punto, al claro misterio del día; y el rebuzno
se le endulza, altivo, y rastrero, se le diviniza…
-sume en el agua umbría su boca, y bebotea, aquí y allá, en
lo más limpio, avaramente.
-rojo y amarillo de disgusto, como en los libros de Galdós,
en las muestras de los estancos, en los cuadros malos de la otra guerra de
África…Un malestar como el que me dieron siempre las barajas de naipes finos
con los hierros de los ganaderos en los oros, los cromos de las cajas de
tabacos y de las cajas de pasas, las etiquetas de las botellas de vino, los
premios del colegio del Puerto, las estampillas de chocolate…
-la plaza del reñidero era pequeña y verde.
-juegan los niños de los carabineros
-qué poesía cobra la adivinación de lo lejano, el confuso
recuerdo de lo apenas conocido
-las viudas piensan en los muertos, que duermen cerca, detrás
de los corrales. Los niños corren de una sombra a otra, como vuelan de un árbol
a otro los pájaros…
-pasan vagas siluetas terrosas, calladas, dolientes -un mendigo nuevo, un portugués que va hacia
las rozas, un ladrón acaso- que contrastan, en su oscura apariencia medrosa,
con la mansedumbre del crepúsculo malva, lento y mítico, pone en las cosas conocidas. Los
niños se alejan, y en el misterio de las
puertas sin luz, se habla de unos hombres que “sacan el unto de los niños para
curar a la hija del rey, que está hética…”
-qué embeleso de reglas, de compases…
-breve aparato complicado
-se le estaba muriendo un niño y don Luis le había dicho que le diera caldo de
perritos.
-todos los perritos agarrados en torpe temblor, a sus
tetillas rosadas y llenas…
-marco fugaz de la ventanilla.
-todos se han ido a misa. Nos hemos quedado en el jardín de
los gorriones, Platero y yo.
-ha saltado del tejadillo de alpende
-Benditos pájaros, sin fiesta fija. Con la libre monotonía de
lo nativo, de lo verdadero (…) contento, sin fatales obligaciones, sin esos
olimpos ni esos avernos que extasían o que amedrentan a los pobres hombres esclavos,
sin más moral que la suya ni más Dios que lo azul, son mis hermanos, mis dulces
hermanos.
-en un alegre ejemplo de amor sin rito, se vienen de pronto,
con su algarabía jovial y fresca, al jardín de las casas cerradas, en las que
algún poeta, que ya conocen bien, y algún burrillo tierno, los contemplan
fraternales.
-Guardia municipal nocturna consumera volante
-la chicharra sierra un pino
-un pájaro nunca
visto, amarillo con lunares negros, se eterniza, mudo, en una rama.
-los guardas de los huertos suenan el latón para asustar a
los rabúos, que vienen, en grandes bandos celestes, por naranjas…
-Platero se bebe la carne de azúcar de la suya, como si fuera
agua.
-en alborotado silencio afanoso
-es como un esmalde de Piero di Cósimo, en donde el fuego
está pintado sólo con negro, rojo y blanco puros.
-Pepe el Pollo, Oscar Wilde moguereño, ya un poco viejo,
moreno y de rizos canos, vestida su afeminada redondez con una chupa negra y un
pantalón de grandes cuadros en blanco y marrón, cuyos bolsillos reventaban de
largas cerillas de Gibraltar.
-todo va y viene, en trueques deleitosso; se mira todo y no
se ve, más que como estampa, momentánea de la fantasía…Y anda uno semiciego,
mirando tanto adentro como afuera, volcando, a veces, en la sombra del alma la
carga de imágenes de la vida.
-es la soledad como un gran pensamiento de luz
-cobra el canto un dulzor melodioso de cascabel libre
-cada nota es gemela de la otra, en una hermandad de oscuros cristales
-los habares mandan al pueblo mensajes de fragancia tierna,
cual en una libre adolescencia candorosa y
desnuda.
-da pena ver a los muchachos andando torpemente por las
calles con sus sombreros anchos, sus blusas, su puro, oliendo a cuadra y a
aguardiente…
-qué hermoso el campo en estos días de fiesta en que todos lo
abandonan.
-¿dónde están aquellos burros de Lucena, Almonte, Palos, cargados
de oro liquido, prieto, chorreante, como tú, conmigo, de sangre; aquellas
recuas que esperaban horas y horas mientras se desocupaban los lagares? Corría
el mosto por las calles, y las mujeres y los niños llenaban los cántaros, orzas
y tinajas…
-Pesado cadeneo
-el campo está solo con sus árboles y con la sombra de sus
árboles.
-Era Sarito, el criado de Rosalina, mi novia portorriqueña.
Se había escapado de Sevilla para torear por los pueblos, y venía de Niebla,
andando, el capote, dos veces colorado, al hombro, con hambre sin dinero.
-las grandes hojas,
levemente movidas, del blando árbol viejo, me enlutan o me deslumbran. Parece
que me mecieran suavemente en un cuna que fuese del sol a la sombra, de la
sombra al sol.
-Torna la brisa, cual una mariposa que quisiera volar y a la
que, de pronto,se le doblaron las alas…las alas…mis párpados flojos, que, de
pronto, se cerrarán…
-Pioza, el viejo guarda de viñas, borracho en el suelo de la
era, tocaba cara a la luna, hora tras hora su caracol.
-rebuznando enloquecido hacia los tranquilos pinos en sombra.
-Platero acaba de beberse dos cubos de agua con estrellas en
el pozo del corral.
-una gran nube negra,
como una gigantesca gallina que hubiese puesto un huevo de oro, puso la luna
sobre una colina.
-Platero la miraba fijamente y sacudía, con un duro ruido blando, una oreja.
-Entre los niños, Platero es un juguete. Con qué paciencia
sufre sus locuras. Cómo va despacio, deteniéndose, haciéndose el tonto, para
que ellos no caigan.
-Qué lujo puso Dios en ti, tarde del entierro.
-bajo el templor de
Venus.
-llega la noche y sólo me voy cuando la sombra me quita.
-estoy cierto,
Platero, de que ahora no estoy aquí, contigo, ni nunca en donde esté, ni en la
tumba ya muerto; sino en la colina roja, clásica a un tiempo y romántica,
mirando, con un libro en la mano, ponerse el sol sobre el rio…
-el arado va, como una tosca arma de guerra, a la labor
alegre de la paz
-los niños cogen el
sol con un pedacito de espejo y lo
llevan a las paredes de la sombra, uniendo en una sola las imágenes de la
mariposa y de la hoja seca.
-rebotaron los plomos y uno fue a matar a un pobre palomo
blanco, que estaba bebiendo bajo el peral
-la tortuga griega como con las gallinas, con los palomos,
con los gorriones y lo que más le gusta es el tomate. A veces, en primavera, se
enseñorea del corral, y parece que ha echado de su seca vejez eterna y sola,
una rama nueva: que se ha dado a luz a sí misma para otro siglo…
-se escarranchó sobre Platero.
-con esa dulce obediencia voluntaria que presta al hombre la
niña que va para mujer, me lo cedió de grado.
-oscura haza recién arada.
-triste vehemencia amarilla del rápido poniente.
-qué diferencia entre un hombre sobrio, seco y sencillo de la
Carretería, por ejemplo, Raposo, y un hombre alegre, moreno y rubio, Picón, tú
lo conoces, de la calle de la Ribera.
-fino pañuelo negro de espuma.
-Mira cómo han puesto el rio entre las minas, el mal corazón
y el padrastreo
-(la granada) da al gusto una sensación como al del ojo
perdido en el laberinto de colores inquietos de un calidoscopio.
-Caía el sol y los granados se incendiaban como ricos
tesoros, junto al pozo en sombra que desbarataba la higuera llena de
salamanquesas.
-quería que entraras conmigo (en el cementerio viejo), por
eso te he metido, entre los burros del ladrillero, sin que te vea el
enterrador. Ya estamos en el silencio.
-Esa abubilla que ves ahí, en la salvia, tiene nido en un
nicho…Los niños del enterrador. Mira con qué gusto se comen su pan con manteca
colorada…
-incogible ráfaga
-aumentando mi boca con mis manos, he gritado contra la roca.
-poco a poco su rebuzno se ha ido quedando sólo en su
rebuzno, entre las chumberas
-(la fuente vieja)
encierra en sí, como una clave o una tumba, toda la elegía del mundo, es decir,
el sentimiento de la vida verdadera (…) De ella fui a todo. De todo fui a ella.
De tal manera está en su sitio, tal armoniosa sencillez la eterniza, el color y
la luz son suyos por entero, que casi se podría coger de ella en la mano, como
su agua, el caudal completo de la vida.
- -parece que los árboles han dado la vuelta y tienen la copa
en el suelo y en el cielo las raíces, en un anhelo de sembrar en él. Mira ese
chopo: parece Lucía, la muchacha titiritera del circo.
-la canción suave que antes cantaron las hojas de arriba ¡qué
seca oración arrastrada se ha tornado abajo¡
-pasa el liencero de La Mancha y el quincallero de Lucena.
-los novios comen (tostaditos piñones) juntos en las puertas,
trocando entre risas de llama, meollos escogidos
´-León, decano de los mozos de cuerda de Moguer
-un toro colorado pasa, dueño de la mañana, olfateando,
mugiendo, destrozando por capricho lo que encuentra. Se para un momento en la
colina y llena el valle, hasta el cielo, de un lamento corto y terrible.
-el paso de Platero es menudo, unido, como el de la señorita
del circo en el alambre, fino, juguetón…Parece que no anda.
-la tierna humildad del burro cargado empieza, como el año
pasado, a parecer divina.
-(la yegua blanca)las piedras yacían a su lado, fría ya ella
como ellas. Tenía un ojo abierto del todo que, ciego en vida, ahora que estaba
muerta parecía como si mirara. Su blancura era lo que iba quedando de luz en la
calle oscura.
-cencerros, peroles, almireces, gangarros, calderos
-el viudo Satanás ha tenido tiempo de consumir el mosto de
setenta vendimias
-lunareada de blanco, va
al Cabildo, a pedir permiso para acampar, como siempre, tras el cementerio.
-(la llama) ¿Qué cabellera suelta, qué brazos, qué piernas
resistirían la comparación con estas desnudeces ígneas? Tal vez no tenga la
naturaleza muestra mejor que el fuego.
-el fuego es universo dentro de casa (…) Estamos envueltos en
danzas de oro y sombras. La casa baila toda, y se achica y se agiganta en juego
fácil, como los rusos. Todas las formas surgen de él, en infinito encanto (…)
el mismo amor parece muerte aquí.
-ahora estás en un prado del cielo y llevas sobre tu
lomo peludo a los ángeles adolescentes ¿me habrás quizá olvidado? (…) Y , cual
contestando a mi pregunta, una leve mariposa blanca, que antes no había visto,
revolaba insistentemente, igual que un alma, de lirio en lirio.
-
llenaban de islas vivas las moscas
-libre y sin irse (…)¿O es que está muerto, como Bécquer y sigues
de pie, sin embargo?
-(burro viejo) Parece que la agonía lo ha sembrado en el
suelo
-la llama, en fin, que limpia el humo y puebla el aire de puras lenguas momentáneas, que parecen
lamerlo.
-Aquí, en esta casa grande, hoy cuartel de la guardia civil,
naci yo.
-en hazas
-después mi padre se fue a la calle Nueva, porque los
marineros andaban siempre navaja en mano, porque los chiquillos rompían todas
las noches la farola del zaguán y la campanilla y porque la esquina hacia
siempre mucho viento…
-jamás se me borrará de mi memoria aquella noche en que nos
subieron a los niños todos, tembloros y ansiosos, a ver el barco inglés aquel
que estaba ardiendo en la Barra…
-Dios está en su palacio de cristal. Quiero decir que llueve.
-Es dia de contemplaciones
-(leche de burra) Corren presurosas las lecheras arriba y
abajo, con su cántaro de lata en el vientre , pregonando su blanco tesoro en el
frío. Esta leche que saca el ciego a su burra es para los catarrosos.
-no quería la pobre burra vieja más advientos y se defendía
del destino vertiendo en lo infecundo de la tierra, como Onán, la dádiva de
algún burro desahogado…
-Y ahí está la burra, rascando
su miseria en los hierros de la ventana, farmacia miserable, para todo otro
invierno, de viejos fumadores, tísicos y borrachos.
-Se diría el cielo un mundo de niños; que le está rezando a
la tierra un encendido rosario de amor ideal.
-Diera toda mi vida por la pureza de esta alta noche de
enero, sola, clara y dura.
-el premio era un libro de estampas que había recibido de
Viena.
-como delantal, una bandera de Columbia.
-Mi nostalgia de lo mejor ¡tan triste en mi pobre pueblo!
halló un engaño deleitable.
-me encontré de pronto como sobre un tesoro inextinguible.
Moguer, Monte de Oro, Monturrio, Mons Urium
-recuerdo “La fuente de la indolencia” de Turner, que parece
pintada toda, en su amarillo limón, con vino nuevo.
-desde niño tuve horror instintivo al apólogo, como a la
iglesia, a la guardia civil, a los toreros y al acordeón. Los pobres animales,
a fuerza de hablar tonterías por boca de los fabulistas, me parecían tan
odiosos como en el silencio de las vitrinas hediondas de la clase de Historia
Natural.
-Jean de la Fontaine (…) me reconcilió con los animales
parlantes; y un verso suyo, a veces, me parecía la voz verdadera del grajo, de
la paloma o de la cabra. Pero siempre dejaba sin leer la moraleja, ese rabo
seco, esa ceniza, esa pluma caída del final.
-(carnaval) toda la plaza es ya un concierto altivo de metal
amarillo, de rebuznos, de risas, de coplas, de almireces…Tú y yo no servimos
para estas cosas.
-el platillo. Un instrumento difícil…El uniquito que se toca
sin papel. (León, decano de los mozos de cuerda de Moguer)
-Tu vida es tan sencilla como el camino corto del Cementerio
Viejo.
-los asnos del arenero.
-Hay bellezas culminantes que en vano pretenden otras
ocultar.
-(mariposa) Qué delicia verla volar así, pura y sin ripio.
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