-observado
que el propietario y el poseedor son a menudo dos personas muy distintas, aun
dejando aparte los
maridos y los amantes.
-Vio una
vincapervinca (flor rara)
-Puede
decirse muy bien
que no empecé a
vivir hasta que me tuve por muerto.
-“Cuando me veáis
próximo a la
muerte, llevadme a la sombra de una encina; os prometo revivir”.
-pecorea de las
abejas
Lo menos he
aprendido veinte
veces las églogas
de Virgilio, de las que no sé una palabra.(151)
Dije para mí: “Voy
a tirar esta piedra contra el árbol situado enfrente de mí: si le toco, será
señal de salvación;
si yerro, signo de condenación”. Al decir esto lanzo la piedra con
trémula mano y
estremeciéndose horriblemente mi corazón, mas con tan buena fortuna, que
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/ Escuela de Filosofía Universidad ARCIS.
- 152 -
di de lleno en
medio del tronco, lo que ciertamente no era muy difícil, pues había tenido
buen cuidado de
escogerlo cercano y muy grueso. Desde entonces no he dudado más de mi
salvación. No sé si
al recordar este rasgo he de reírme o compadecerme a mí mismo.
Felicitaos, grandes
hombres, vosotros que seguramente os reís; pero no insultéis mi miseria,
pues os juro que la
siento perfectamente.(152)
Familiarizándose,
preciso era hablar de mi mismo, decir de dónde venía, quién era. Esto me
molestaba, pues
conocía muy bien que entre personas distinguidas, como entre meretrices,
la palabra neófito
iba a aplastarme.(155)
¡Qué deliciosas
comidillas hacía allí solo,
leyendo algunas
páginas de novela! Porque leer comiendo fue siempre mi mayor capricho,
a falta de mejor
compañía: es el suplemento de la sociedad que me falta. Alternativamente
devoro una página y
un bocado; es como si mi libro comiese conmigo.(167)
El tiempo puede
levantar muchos velos. Si mi
memoria llega a la
posteridad, quizá sepa ésta algún día lo que tenía que decir. Entoncessabrá por
qué me callo.(169)
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