-pueblo tártaro/quirguiz
-dicen que los que vivimos en los
bosques rezamos a los árboles; pero si les preguntamos cómo hay que vivir, no
lo saben. Se ve que hay que vivir como un jornalero: hacer lo que mandan y
basta
-luego cambia de tema y me habla de
la madera ¿es indiferencia o entereza de ánimo?
-el misterioso coexistir de la
importancia y de la inutilidad de todo lo existente
-me era agradable sentirme como algo
íntimo de la nieve, del bosque y de las liebres, a las que tanto les gusta
comer las tiernas ramitas de los árboles…
-el ruido de los pinos, lejano y
apenas perceptible, hablaba reservadamente y sin cesar de una vida eterna.
-no sé si ella era mejor que otras
que amé pero en aquella noche fue divina.
-¿Por qué este eterno soñafr con la
belleza, con el amor, con la felicidad que nos es inaccesible en nuestra corta
estancia sobre la tierra?
-adivinamos lo nuevo y seductor que
siempre promete una lejanía.
-me parecía que había cometido algo
absurdo e irreparable; que había abandonado algo íntimo, creado precisamente
para mi y que por un azar se alejaba de mí para siempre, cada vez más, cada vez
más
-un día inolvidable de mi vida/ una
dulce visión pasó ante mis ojos/que cautivó mi corazón para siempre
-la noche era tan clara que se
hubiera podido contar dinero
-Pero ¿qué les importaba a aquellos
centenarios y silenciosos túmulos los dolores ni la alegría de algunos seres
que sólo vivirían un momento y cederían el sitio a otros iguales, que, como sus
antecesores, se alegrarían, se entristecerían y desaparecerían del mundo sin
dejar rastro?
-los compañeros de mi infancia,
aquellos que antaño jugaban despreocupados a la taba al lado de las cercas,
aquellos a quienes la niñez prometía tanto ¿dónde están?
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