-tuvo que mudarse para poder
seguir escribiendo, a una habitación en la planta baja que daba a una calle
céntrica muy ruidosa(…) utilizaba todas las mañanas la perforadora automática y
la oruga para ponerse a tono y reanudar el trabajo como hiciera antaño en sus
principios con una pieza musical.
-una mosca dentro de la habitación
le molestaba más que un martinete de vapor fuera
-volvió a casa, subió corriendo a
su cuarto a sustituir una palabra por otra
-ásaro: planta medicinal
-redentora sensación de candidez
-súbito ataque de hurañía, se
estremeció con el roce casual de un transeúnte y miró a un lado para evitar el
encuentro con otra persona que hacía poco le había hecho confidencias de su
vida; para esas ocasiones, el escritor tenía la excusa de ser distraído, cosa
que casi siempre fingía.
-siendo verano, el escritor
fantaseo una historia de invierno y sin querer se agachó jugando para tirarle
una bola de nieve al gato y tocó la hierba
-Hablaba el idioma del país, pero
exento de todo dialecto aunque con un acento que no evocaba una región
extranjera sino la niñez del hablante.
-desyoizar.
-se sentía como aquel legendario
pintor chino que desapareció en el cuadro que había pintado
-en soledad, con las cosas y sin
nombre se sentía realmente en movimiento
-ya sabéis que la única
iluminación que he tenido hasta ahora es la lentitud
-toda la turbia ralea de la
guarida sufrió una transfiguración
-ya en el hecho de aislarme y
hacer vida aparte para poder escribir -¿Cuántos años hacia ya de ello?-
reconocí mi derrota como persona adscrita a una sociedad; yo mismo me excluí de
los demás para el resto de mis días.
-emborronó las hojas blancas que
quedaban con una maraña de puntos y espirales, tras lo cual se levantó y se
puso a bailar allí mismo haciendo unas piruetas que parecían obedecer a sus
garabatos como si se tratara de una partitura.
-para mi escribir consistía meramente
en un puro escuchar y anotar como una traducción, que en lugar de serlo de un
texto visible lo fuera de una voz primigenia y secreta
-aquella fragmentariedad que en
ocasiones lo decía todo, al plantearla como un todo acababa por no decir nada.
-como no sabía hablar con el gato,
le dio de comer y para suplir la carencia de sus palabras le cortó la carne a
trocitos.
-¿Por qué se tan participe de todo cuando estaba solo? ¿Por
qué a quienes estaban con él solo lograba acogerles en su interior cuando ya se
habían ido y cuando más lejos estaban, más adentro le llegaban?
-abrir un armario haciendo
entrechocar las perchas
-¿por qué nunca se inventó un dios
de la lentitud?
-seguir elaborando la más fugaz de
las materias: tu aliento; ser su artesano
-todo está ahí, y yo no soy nada
(Goethe, Torcuato Tasso)
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