domingo, 10 de marzo de 2013

Peter Handke. Tarde de un escritor


-tuvo que mudarse para poder seguir escribiendo, a una habitación en la planta baja que daba a una calle céntrica muy ruidosa(…) utilizaba todas las mañanas la perforadora automática y la oruga para ponerse a tono y reanudar el trabajo como hiciera antaño en sus principios con una pieza musical.

-una mosca dentro de la habitación le molestaba más que un martinete de vapor fuera

-volvió a casa, subió corriendo a su cuarto a sustituir una palabra por otra

-ásaro: planta medicinal

-redentora sensación de candidez

-súbito ataque de hurañía, se estremeció con el roce casual de un transeúnte y miró a un lado para evitar el encuentro con otra persona que hacía poco le había hecho confidencias de su vida; para esas ocasiones, el escritor tenía la excusa de ser distraído, cosa que casi siempre fingía.

-siendo verano, el escritor fantaseo una historia de invierno y sin querer se agachó jugando para tirarle una bola de nieve al gato y tocó la hierba

-Hablaba el idioma del país, pero exento de todo dialecto aunque con un acento que no evocaba una región extranjera sino la niñez del hablante.

-desyoizar.

-se sentía como aquel legendario pintor chino que desapareció en el cuadro que había pintado

-en soledad, con las cosas y sin nombre se sentía realmente en movimiento

-ya sabéis que la única iluminación que he tenido hasta ahora es la lentitud

-toda la turbia ralea de la guarida sufrió una transfiguración

-ya en el hecho de aislarme y hacer vida aparte para poder escribir -¿Cuántos años hacia ya de ello?- reconocí mi derrota como persona adscrita a una sociedad; yo mismo me excluí de los demás para el resto de mis días.

-emborronó las hojas blancas que quedaban con una maraña de puntos y espirales, tras lo cual se levantó y se puso a bailar allí mismo haciendo unas piruetas que parecían obedecer a sus garabatos como si se tratara de una partitura.

-para mi escribir consistía meramente en un puro escuchar y anotar como una traducción, que en lugar de serlo de un texto visible lo fuera de una voz primigenia y secreta

-aquella fragmentariedad que en ocasiones lo decía todo, al plantearla como un todo acababa por no decir nada.

-como no sabía hablar con el gato, le dio de comer y para suplir la carencia de sus palabras le cortó la carne a trocitos.

-¿Por qué se  tan participe de todo cuando estaba solo? ¿Por qué a quienes estaban con él solo lograba acogerles en su interior cuando ya se habían ido y cuando más lejos estaban, más adentro le llegaban?

-abrir un armario haciendo entrechocar las perchas

-¿por qué nunca se inventó un dios de la lentitud?

-seguir elaborando la más fugaz de las materias: tu aliento; ser su artesano

-todo está ahí, y yo no soy nada (Goethe, Torcuato Tasso)

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