-Retórica eclesiástica (Fray Luis de Granada), Dialogos de la elocuencia (Fenelon), Instrucción sobre los estados de la oración (Bossuet)
-la sencillez por encima de todo,
a pesar de todo, es un instinto
-el escritor u orador que tenga la
obsesión del estilo difícilmente podrá hacer estilo. Flaubert llega a la perfección
(es una observación del Remy de Gourmont) cuando aparta de sí el propósito de
hacer una obra perfecta por su estilo, es decir, en Bouvard et Pecuchet.
-seamos sencillos e impersonales –dice
en síntesis fray Luis de Granada- porque lo contrario, además de no ser bello,
es impropio para la salvación de las almas. Seamos sencillos e impersonales –dice
Flaubert- para realizar una obra bella.
- siempre el mundo fue casi como
ahora. El casi alienta el optimismo
-vi en el camino a dos mujercillas
que altercaban entre sí y reñían. Las cuales, así como hablaban movidas de verdaderos afectos del ánimo, así también
mudaban las figuras y tonos de la voz, conforme a la seriedad de los mismos
afectos. Yo entonces dije a mi compañero:-si aquel predicador hubiese oido a
estas mujercillas e imitara esta misma manera de pronunciar, nada le faltara
para una perfección acción, de que enteramente se haya destituido.
Y este ejemplo de fray Luis de
Granada es también una apología de la emoción. La emoción, sí, en el arte es lo
supremo. Pero no se tiene emoción cuando se quiere. No tiene emoción quiere. Se
nace con emoción –espíritu divino, divino fervor- o no se nace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario