viernes, 14 de abril de 2017

Perez Galdós ( La campaña de Maestrazgo)

-era tal su sofocación que  regaba con honrado sudor los manjares que servía

-Viscarrués daba excelente trato a las caballerias primero, a las personas después

-la guerra mata y resucita; la sangre que no se derrama en combates, circula con más vigor, y nutre partes desmedradas del organismo social

-¿ a dónde va por aquí tan descarriadico, señor?

-si no fuera sacrilegio suponer que Dios se equivoca, le preguntaría por qué no te hizo nacer en posición más elevada. Habrías sido una gran mujer, una gran dama, una...

-don Beltrán de Urdaneta

-pues Jesucristo Nuestro Señor nos había dado ejemplo de humildad naciendo en un pesebre, bien podía sin desdoro un noble, que nada tiene de divino, dormir y hasta terminar su existencia en montones de paja, al abrigo de gentes sencillas y de rústicos animales.

-Toda esta parte de la historia de Baldomero Galán y Saloma es algo oscura, y no ofrece bastante interés para que se emprendan, por esclarecerla, investigaciones muy minuciosas

-Galán hablando de guerra solía emplear las formulas usuales de la prensa patriótica, de las proclamas y órdenes  de campaña; enemigos fraticidas, obcecado Presidente, satélites del oscurantismo,etc.

-por el camino de Chiva hablamos, y le dije que tuviera paciencia, que de fusilarles, lo hariamos previa confesión, según costumbre y ley de nuestro ejército con lo que, si se perdía el cuerpo, se ganaba el alma, que es lo principal.

-¿hiciste  fuego sobre tu pobre amigo, compañero de estudios teológicos? Bonita teología aprendiste, mal hombre, mal subdiácono, si lo eres, mal español. (3210)

-yo estuve en Liria y Chiva, formé en el cuadro de los fusilamientos(...) Luego los que que tenían gusto para estas cosas y mala entrañan, se entretenían en quemarles los bigotes cadavéricos y pegarles cuchilladas

-sé que en Villar del Arzobispo fusilaron el sobrante de Chiva, menos unos cuantos que fueron llevados prisioneros a Beceite y de allí a Cantavieja.

-aquel dia estaba yo en Torrijas, adonde se nos mandó pegar fuego al pueblo, después de fusilar al alcalde.

-es el pobre Muel -dijo condolido Mero Galán- que de ver morir a tres de sus hijos, fusilados en Alventosa, se ha vuelto loco, y se pasa eldía predicando por estos caminos en canto llano.

-salieron  los vecinos del pueblo con su párroco a la cabeza, y de rodillas imploraron la vida de los desgraciados prisioneros. Lorente le dijo al párroco: "Confiéselos ahora mismo; y para acabar más pronto, yo empiezo a confesar por una punta y usted por otra". Negóse el cura de Alventosa y se echó a llorar. El capitán  pidió entonces a los cabecillas que no matasen el niño, pero, para más crueldad, fusilaron primero a la criatura, por que el padre lo viese

-su locura era pacífica; inocente en las acciones, desbordada en las palabras.

-don Beltran, por añeja costumbre,  dormía las mañanas

-para abrirse camino el travieso bigardón de Tortosa, y pasar en breve tiempo de seminarista pendenciero a caudillo y gobernador de hombres en los campos de batalla, no podía menos de emplear, como resorte de dominio, el terror, la fiereza y la brutalidad

-haciendo sentir el peso de su mano antes de que pudiera discutirse el derecho de que la levantaba. En las guerras civiles, los hombres culminantes nacen así, o no nacen nunca.

-preparaba nuevas correrias por Castellón de la Plana y las riberas del Turia

-sor Marcelena, en el Monasterio de Sigena

-poema a los milagros de los Corporales de Daroca y quintallas a la  Transfiguración del Señor.

-incendiados los aposentos capitulares  de Sigena, salieron dispersas las señoras monjas, como las abejas cuando les ahúman la colmena.

-sor Marcelan apareció en una ermita solitaria de la Sierra de los Monegros, vestida con un saco al modo de penitente, el cabello suelto, como pintan a la Magdalena, sólo que más corto.

-creo que debajo de ese desvario se esconde la misma discreción

-la sor Marcela penitente andaba aquellos meses en el Desierto de Calanda o en tierra de Alcañiz.

-entretener a las cuatro hembras con frases galantes, de refinada gracia sin faltar a la decencia.

-la señora y señorita de Codoñera no se hallaban exentas de la rudeza baturra.

-sus hijos eran guapos aunque abrutados

-la noble ciudad de Alcañiz que desde Roma viene fatigando a la Historia

-andada ciencia de los pies

-llegó la hora de poner en el oficio la fórmula: se acata pero no se cumple.

-cayó la mujer al suelo, de golpe, sin ruido ni contorsiones, como un vestido, como un colgajo de trpos que cae de una percha.

-Es usted un sabio, querido Estercuel. Tan joven y ya profundiza.

-enjaretaba cláusulas sin el debido enlace entre unas y otras.

-somos sepultureros, sólo que ya hemos dejado aquel empleo humilde por acompañar y seguir a sor Marcela.

-Internándose a buen paso en la olmeda que conduce a la ciudad, decía para su sayo el bueno de Estercuel: "el pobre señor, reverdecido en la niñez, está ya en su elemento: la conseja".

.-el de los pelos largos y caidos es un muchacho amujerado o mujer hombruna

-he llegado a una situación que mi gloria es confundirme con los humildes

-no hemos muerto ya por cansancio de la misma Muerte.

-el verdadero cristiano -dijo la beata peregrina- no solo no teme la muerte sino que la desea

-nunca es grato en un hombre de mi condición declarar sus necesidades

-effusus es sicut aqua:non creces -derramado has como agua, ahora no tienes

-qui espernit modica, paulatin decidet (el que rechaza poco, poco a poco decae)

-quédanme el monte de Mosqueruela y la encomienda de Formiche Bajo

-Marcela echó por delante a Tomé y a los dos viejos sepultureros

-Con estilo severo y elegante, aunque algo duro, que en la lectura de autores místicos se había asimilado, interpolando a cada instante citas de los Santos Padres o de Aristóteles, Longinos, Teofrasto Paracelso y otros sabios, Marcela manifestó a don Beltrán que ella y su hermano Francisco ignoraban dónde yacían soterrados los dineros de Juan Luco

-Tertuliano dijo: "Donde Dios se halla, allí está con El su amiga la paciencia"./ -Estamos conformes Tertuliano y yo

-No olvide, señor don Beltrán que "mecum sun divitae et gloria, opes superbae et justitia"/ -Oh, la mère latiniste...Je n´aime pas les gens qu´à tout propos crachent du grec et du latin"/ -Señor don Beltrán, yo no sé francés/ -Señora doña Marcela, yo no sé latin. Hablemos en la lengua común.

-le gritó con acento valenciano: "En Mas Nuevo, la semana pasada te dije que si te volvía a encontrar, te fusilaba

-Ministro de Satanás, toma nuestras vidas, que Dios recogerá nuestras almas

-Es un gusto, créelo,  un gusto fusilar a quien se ama; así sabe uno que no ha de ser para otro

-Pero francamente, si hemos de morir, suprimamos los pellizcos.

-le habían dado algún reparo de alimento

-el viejo aristócrata, despreciando a su amigo, se sintió religioso.

-dejó lugar el orgullo a la conformidad cristiana

-el cabecilla de Forcadell; su rostro lo mismo podía ser de canónigo que de mayoral de diligencias.

-Llegados a la Venta de Buñol, se procedió con método, parsimonia y naturalidad a fusilar a oficiales y sargentos.

-con seca frase autoritaria hizo la crítica de lo que no le parecía bien.

-olfateando belleza con su especial nariz de perito en mujeres

-el Tigre del Maestrazgo, hablando familiarmente tartamudeaba un poco

-ocupación de Rubielos de Mora en 1835, donde Cabrera tomó feroces represalias contra la milicia liberal.

-la banda castrense eran verdaderos sicarios del arte musical

-Pero ¿usted Santpau, no come? A lo que contestó Nelet, condolido de si mismo; Ahora no puedo: tengo que fusilar

-¿Qué pedían? ¿Más bebida o más muertes? Las dos cosas: vino bautizado con sangre

-la disciplina que es más fuerte que la conciencia, me hizo de hierro el corazón

-Bueno; concretemos. ¿Dónde vio usted a Marcela en realidad...de ella misma?

-Por tales emociones y otras semejantes, no es el mundo un presidio.

-Porque  yo no le he contado a usted a humo de pajas mis desgracias y aspiraciones

-el despejo y cortesía  con que, adelantándose hacia el General, compendió en una sola frase el saludo y las gracias por el honor que se le dispensaba, cautivaron a todos los allí presentes: bien se veía al aristócrata de raza, maestro del arte social.

-Hubo uno, vecino de Nules, que, menos avisado que los demás, se permitió decir al prócer; "Vamos, abuelo, que  no estará usted un poco inflao. En toda su vida ha tenido honor como éste...¡comer con nuestro General ilustrísimo¡// -Honor grande, que agradezco mucho -replicó don Beltrán- pero no es nuevo para mí. Yo he comido con Napoleón.
Esto de comer con tan grande celebridad produjo estupor, que se fue trocando en admiración.

-la pelea y la conspiración me son desconocidas. Soy hombre honrado, isabelino de intención, neutral de conducta. No desconozco la convicción y lealtad con que tremola usted la bandera del Infante.

-Nelet, si es sueño -dijo don Beltrán bondadoso- cuéntemelo como sueño.

-la tradición era una vieja loca, que había sido poetisa, pero que con la edad chocheaba.

-¿Quién somos? Unos pobres peregrinos que van tras de una monja suelta, de quien esperamos, tú una limosna de amor, yo una limosna de pan...Ya ves...qué triste despertar...Oh tiempos, oh fin de fines.

-don Beltrán mirando al monte, recreándose en aquella plácida Soledad de sagrado bosque propicio a los misterios.

-Maleana solo hablaba valenciano, dulce y lacónico

-No cuentes conmigo...Que te aconsejen los demonios y te amparen los versitos.

-A mi don Beltrán me atengo.

-rompió el silencio Marcela con palabras de relleno

-empeño de disimular el amor con frialdades eruditas

-ante este argumento que no es sabio ni está en latín, no tendré más remedio que callarme

-a mi no me engaña queriendo hacer papeles de teóloga

-de las diferencias entre santicio y mujericio mucho podría decirte

-acabe usted, hombre pusilánime, hombre enclenque, hombre femenino...

-acostumbrado a verle de ayuda de cámara, soy algo torpe en estas operaciones matutinas

-fui paja del ilustrísimo señor don Victor Sáez, obispo de Tortosa

-muchedumbre femenina

-andan ustedes algo atropellados, y no pueden acomodar sus acciones al almanaque

-somos hombres y el morir violentamente, en acto preparado y ceremonioso, agobia...si, señor...Mátenme de una vez y no pongan a prueba mi fortaleza

-Quién me mete a mi a zurcidor de voluntades guerrilleras y monjiles?

-su rostro de clérigo afligido, si algo expresaba, era la premura y el diligente afán de puntual servicio (3301)

-entre párrafo y párrafo introducía, a guisa de estribillo, ponderaciones de los espectáculos de la Naturaleza que contemplaba

-traducida con la posible fidelidad de expresión muda de su pensamiento valenciano, resulta mutatis mutandis...

-los reverendos sacristanes que venían agregados al santón del absolutismo

-los arreglos por concesiones recíprocas de mercedes le olían a podredumbre

-la gentuza civil, la patulea de holgazanes y vividores...repartiéndose el momio de los destinos

-las palabras se le pegaba al cielo de la boca cual si fueran obleas

-déjame que coma un poco de este guisado de cabra que fortalece mi magín para evacuar consultas.

-hijo, poético estás y lúgubremente metafórico...sólo que tus imágenes son de un cuño que está ya mandado recoger por anticuado y candoroso.

-entre el intento y la palabra se metió la muerte.

-por eso digo: muramos, libertémonos

-ideas harto graves para ser tratadas en estilo de madrigal.

-ante aquella sencilla y tosca ninfa

-mal de ropa estaba el primer noble aragonés, pero aún así, no se despintaba su empaque de hombre principal

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