martes, 28 de marzo de 2017

Stefan Zweig (partida de ajedrez+una carta.)

-son dos narraciones póstumas

-según es notorio, ninguna cosa del mundo ejerce tanta presión sobre el alma humana que la nada.

-(ajedrez) algo que anulaba la nada en mi derredor

-pronto descubrí también la nota personal de cada campeón, las características  de su conducción individual, que pueden distinguirse tan indefectiblemente como puede reconocerse el autor de un poema a través de la lectura de unos pocos versos. Lo que había comenzado como actividad destinada únicamente a pasatiempo, se convirtió en deleite.

-jugar contra sí mismo significa, pues, en materia de ajedrez, igual paradoja que saltar sobre la propia sombra.

-cada uno de mis yo se exaltaba cuando el otro cometía un error y se exasperaba simultáneamente por la propia torpeza.

-intoxicación ajedrecística

-memorable partida de aquel homo obscurissimus contra el célebre campeón mundial.

-desarrollo ulterior que, como aficionados de cortos alcances, aún no sabíamos calcular.

-tú debes haber experimentado lo mismo alguna vez: desde el tren o en el transcurso de una excursión se ve de pronto una casa y se concibe, sin saber cómo, la idea: "Ay ¿por qué no viviré yo aquí? Aquí podría sentirme feliz.

-cuando sentía alguna inquietud del alma, pensaba en aquella casa.

-en la posada se reunían los aldeanos de los recuestos y las alquerías vecinas.

-esa manera de hablar retorcida me parecía fuera de lugar en una fonda de campaña tirolesa

-diatriba contra el cine: barracón de sombras

-institución moral, llamó Schiller al teatro

-cuando tiró el actor la colilla de un cigarrillo, la recogíamos como objeto sagrado y la partíamos en dos mitades, una para tí y otra para mi. de su

-nuestro desvario encerraba con todo un misterioso anhelo de lo más puro, sublime y excelso, que en su figura sólo alcanzó una personificación harto casual.

-demasiado viejo y cansado ya como para sentirse avergonzado de su decadencia.

-algo que quería desterrar de mi memoria y que, al decir del profesor Freud, de Viena, habia "regolfado" hasta tal profundidad en mi subconsciente que realmente lo había olvidado durante muchos años -uno de esos secretos íntimos que uno calla, incluso, y obstinadamente, a sí mismo.

-aquel pequeño comediante viejo tuvo en sus manos por espacio de un minuto peligroso mi existencia entera.

-sólo hoy tengo la noción exacta de la profunda gratitud que debía a ese hombre extraño y olvidado.

-¿Tengo el honor de hablar con el señor actor de la Corte, Pedro Sturz?

-con la dignidad aprendida en el teatro, acercóse lentamente a mi mesa

-había podido serle útil al fin de sus días, tal como´él me había ayudado al principio de los míos.Había pagado mi deuda.

-volvería a soñar en adelante, dichoso, una y otra vez, ese sueño engañoso de su gloria, hasta el postrer momento.

-nada proporciona tanta salud como la felicidad

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