domingo, 22 de julio de 2018

Kant (lo bello y lo sublime)

-encantador tratadito

-escrito en estilo fácil y cómodo, extraña excepción en la obra de Kant.

-aborda por primera vez el problema estético

-las diferentes sensaciones de contento o disgusto obedecen menos a la condición de las cosas externas que las suscitan que a la sensibilidad peculiar de cada hombre para ser grata e ingratamente impresionado por ellas.

-de ahí proviene que algunos sientan placer con lo que otros produce asco; de ahí la enamorada pasión, que es a menudo para los demás un enigma, y la viva repugnancia sentida por éste hacia lo que para aquél es por completa indiferente.

-como todo hombre se siente feliz en tanto que satisface sus inclinaciones, la sensibilidad, que le para disfrutar grandes placeres sin exigir aptitudes excepcionales, no es tampoco baladí.

-el aficionado a la caza, ya sea de moscas, como Domiciano, o de fieras, como A, todos ellos tienen la sensibilidad que les permite gustar placeres a su modo, sin necesidad de envidiar a otros y sin poder formarse idea de otros.

-existe un sentimiento de naturaleza más fina, así llamado, bien porque tolera ser disfrutado más largamente, sin saciedad ni agotamiento, bien porque supone en el alma una sensibilidad que la hace apta para los movimientos virtuosos, o porque pone de manifiesto aptitudes y ventajas intelectuales, mientras los otros son compatibles con una completa indigencia mental.

-no hubiera cambiado uno de mis descubrimientos por un principado (Kepler)

-este delicado sentimiento que consideramos es principalmente de dos clases: lo sublime y lo bello. La emoción es en ambos agradable pero de muy diferente modo.
Lo sublime: la vista de una montaña cuyas nevadas cimas se alzan sobre las nubes, la descripción de una tempestad furiosa, la pintura del infierno por Milton producen agrado pero unido a terror.

Lo bello: la contemplación de campiñas floridas, valles con arroyos serpenteantes, cubiertos de rebaños pastando, la descripción del Elíseo, la pintura del cinturón de Venus en Homero, proporcionan una sensación agradable pero alegre y sonriente.

-la noche es sublime, el dia bello. Lo sublime conmueve, lo bello encanta

-La expresión del hombre dominado por lo sublime es seria, a veces fija y asombrada. Lo sublime presente a su vez diferentes caracteres. A veces le acompaña cierto terror o melancolía (lo Sublime terrorífico) ; en algunos casos, meramente un asombro tranquilo( Sublime noble), y  en otros, un sentimiento de belleza extendido sobre una disposición general sublime (Sublime magnífico).

-lo sublime ha de ser siempre grande y sencillo, las pirámides de Egipto; lo bello, puede ser también pequeño y puede estar engalanado, San Pedro de Roma.

-un largo espacio de tiempo es sublime. Si corresponde al pasado, resulta noble, es un asombro inmóvil ; si se le considera en un porvenir incalculable, contiene algo de terrorífico.

-Lo sublime: inteligencia, audacia. Lo bello: ingenio, astucia

-la circunspección es una virtud de alcalde (Cromwell)

-la amabilidad es la belleza de la virtud. La solicitud desinteresada es noble. La cortesía y la finura es bella. Las cualidades sublimes infunden respeto; las bellas, amor

-la emoción de lo sublime es más poderosa que la de lo bello; pero que si ésta no la acompaña o alterna con ella, acaba por fatigar y no puede ser disfrutada mucho tiempo.

-la tragedia excita lo sublime; la comedia, lo bello

-hasta los vicios y defectos morales contienen a veces en sí algunos rasgos de lo sublime o de lo bello. El héroe de Homero, en general, tiene sublimidad terrible, y el de Virgilio, noble.

-la elevada estatura conquista prestigio y respeto; una pequeña, confianza. El cabello oscuro y los ojos negros tiene más afinidad con lo sublime; los ojos azules y el tono rubio, más con lo bello.

-las personas alta y de apariencia deben procurar en sus trajes la sencillez o, a lo más, la magnificiencia; las pequeñas puede usar de adornos y perifollos. A la vejez convienen los colores oscuros y la uniformidad.

-la riqueza, aun sin merecimientos, inspira reverencia hasta a gentes desinteresadas, porque acaso le sugiere la idea de los grandes proyectos que permite realizar.

-lo que acrecienta lo malo de la pobreza es el menosprecio, que ni aun con merecimientos puede ser borrado por completo, al menos entre las gentes vulgares.

-lo sublime terrible, cuando se hace completamente monstruoso, cae en la extravagancia

-cosas fuera de lo natural, son las monstruosidades.

-la inclinación a lo monstruoso origina el chiflado (Grillenfänger). El sentimiento de lo bello degenera cuando en él falta por completo lo noble, entonces se le denomina frívolo. A un frívolo joven se le llama lechuguin; a un frívolo maduro, fatuo.

-esta honrada sociedad está repartida en dos palcos: los chiflado y los fatuos.

-un melancólico alejamiento del mundano bullicio a consecuencia de un fastidio legítimo es noble. La devoción solitaria de los antiguos eremitas era extravagante.

-el dominio de las pasiones en nombre de principios es sublime. Las mortificaciones, los votos y otras virtudes monacales son más bien cosas monstruosas.

-Virgilio es noble; Homero y Milton, extravagantes; Ovidio, monstruoso.

-en las cualidades morales sólo la verdadera virtud es sublime.

-no es posible que nuestro pecho se interese delicadamente por todo hombre ni que toda pena extraña despierte nuestra compasión; de lo contrario, el virtuoso, con toda su bondad no vendría a ser más que un holgazán tierno.

-ecuación de nuestra conducta con la manera de ser del otro (cortesía)

--la verdadera virtud sólo puede descansar en principios que la hacen tanto más sublime y noble cuanto más generales. Estos principios no son reglas especulativas, sino la conciencia de un sentimiento que vive en todo pecho humano, y cuyo dominio es mucho más amplio que el campo de la compasión  y de la complacencia. Creo recoger todo su contenido diciendo que es el sentimiento de la belleza y la dignidad de la naturaleza humana.  Lo primero es el fundamento de la benevolencia general; lo segundo, de la estimación general.

-en previsión de la debilidad de la naturaleza humana, ha colocado en nosotros la Providencia, como suplemento de la virtud, tales instintos auxiliares; por ellos, aun sin principios, son llevados a bellas acciones, y aquellos que ya los poseen no pueden recibir mayor impulso y estímulo enérgico. La compasión y la complacencia son fundamento de las bellas acciones.

-hay que distinguir pues entre virtudes adoptadas y virtud genuina, que es la que descansa en principios. Las primeras son bellas y seductoras; pero sólo la segunda es sublime y venerable. Al espíritu en que dominan las primeras sensaciones se le denomina buen corazón y bondadoso al hombre de tal carácter; en cambio, se atribuye con justicia un noble corazón al virtuoso según principios y a él mismo se le llama recto.


-estas virtudes adoptadas tienen, sin embargo, gran semejanza con las virtudes verdaderas, pues encierran el sentimiento de un placer inmediato en actos buenos y benévolos. Sin interés, por espontánea benevolencia, el bondadoso os tratará amistosa y cortésmente y compartirá de veras penas del otro.

-Mas como esta simpatía moral no es todavía bastante para inspirar a los hombres indolentes acciones de utilidad general, la Providencia ha puesto en nosotros cierto sentimiento delicado que puede empujarnos a la acción o servir de contrapeso al grosero egoísmo o vulgar deseo de placeres. Es el sentimiento del honor y su resultado, la verguënza.

-la opinión de que nuestro valer tengan los demás y  su juicio sobre nuestros actos es un móvil de gran importancia y nos lleva a muchos sacrificios(...) como si el juicio de los demás determinase nuestro valor y el de nuestros actos

-con todo, como el sentimiento del honor es delicado, puedo denominar resplandor de la virtud aquello análogo a lo virtuoso que por él es ocasionado

-correspondería al flemático una mayor carencia de sentimiento moral.

-un sentimiento íntimo de la belleza y la dignidad de la naturaleza humana y un ánimo seguro y vigoroso para referir a esto como fundamento general todas las acciones son cosas serias y no se asocian bien con una alegría volandera. Y hasta se halla cerca de la honda melancolía (Schwermut), una dulce y nombre sensación.

-la genuina virtud, según principios, encierra en sí algo que parece coincidir con el temperamento melancólico en un sentido atenuado.

-el temperamento sanguíneo, que es volandero y dado a las diversiones. En este temperamento debemos buscar las simpáticas cualidades que hemos denominado virtudes adoptadas.

-el sentimiento de honor es, desde luego, reconocido como característica de la complexión colérica, y las consecuencias morales de este delicado sentimiento, que casi siempre sólo se preocupa del brillo, nos presentarán rasgos para la descripción de este carácter.

-en hombre alguno faltan huellas de sentimientos delicados; pero una gran ausencia de ellos, calificada comparativamente de insensibilidad, aparece en el flemático, y hasta los impulsos vulgares, como el deseo de dinero, etc. suelen negársele.

>MELANCÓLICO:

-se llama melancólico porque sus sentimientos, intensificados más allá de cierto punto o dirigidos, merced a determinadas causas, en una falsa dirección, acabarían en esta tristeza más facilmente que los de otros. Este temperamento tiene principalmente sensibilidad para lo sublime. Incluso la belleza, a la cual es igualmente sensible, no le encanta tan sólo, sino que, llenándole de asombro, le conmueve. El placer de las diversiones es en él más serio; pero, por lo mismo, no menor. Todas las conmociones de lo sublime tienen algo más fascinador en sí que el inquieto encanto de lo bello. Les mueve a ordenar sus emociones bajo principios.

-ya pueden  los encantos fortuitos  alterarse: siempre continua siendo su mujer. El noble motivo permanece y no está sujeto a la inconstancia de las cosas exteriores.

-tengo que auxiliar a ese hombre porque sufre, no porque acaso sea amigo o conocido ni porque lo considere capaz de agradecérmelo después. Es sublime tanto por la invariabilidad como por la generalidad de sus aplicaciones

--el hombre de carácter melancólico se preocupa poco de los juicios ajenos, de lo que otros tienen por bueno o verdadero: se apoya sólo en su propia opinión. Como en él los móviles toman el carácter de principios, no puede ser fácilmente  llevado a otras ideas. Su firmeza degenera a veces en obstinación. La amistad es sublime y por tanto apropiada a sus sentimientos. La locuacidad es bella; la taciturnidad meditativa es sublime.

-su sufre sumisión abyecta y su noble pecho respira libertad. Toda suerte de cadenas le son odiosas; desde las doradas, que en la corte se arrastran, hasta los pesados hierros del galeote. Es un rígido juez de sí mismo y del mundo. Desafía el peligro y desprecia la muerte. Falseado su sentimiento y no serenado por la razón, cae en lo extravagante. Si la inteligencia es aún más débil, incurre en lo monstruoso. Está en peligro de convertirse en un chiflado.

>CARÁCTER SANGUÍNEO

-tiene predominante sensibilidad para lo bello. Sus alegrías son, por tanto, rientes y vivas. Le gusta el cambio. Regocija a los demás y su compañía es grata. Comparte fácilmente el estado moral ajeno. Su sentido moral es bello pero sin principios y obedece siempre a impresiones momentáneas

-las leyes son para él demasiado rígidas y se deja sobornar por las lágrimas. Es liberal y benéfico. Nadie tiene tan buena opinión de su corazón como él. Su mayor peligro es caer en lo frívolo y entonces es alocado y pueril. Con la edad corre el riesgo de convertirse en un viejo verde.

>CARÁCTER COLÉRICO

-tiene sensibilidad predominante para el género de lo sublime que se puede denominar magnífico.

-así como un edificio cubierto por una pintura que imita la piedra produce una impresión tan noble como si fuera de verdad, y así de igual modo la idea de firmeza aunque tengan poca consistencia y nada sostengan, lo mismo brillan las virtudes de hojalata, el similor de sabiduría y los méritos pintados.

-el colérico considera su propio valor y el de sus cosas según el prestigio y apariencia de que se revistan a los ojos de los demás. Su conducta es artificiosa. No se pregunta lo que él es, sino lo que parece. Su benevolencia es cortesía; su respeto, ceremonia; su amor, meditada adulación. No es nada sensible a la belleza o al valor de los actos, sino al juicio que el mundo pronunciará sobre ellos.

-se complace en ser esclavo de los grandes para después ser tirano de los humildes.

-la ingenuidad le es completamente extraña, por eso cuando su gusto degenera su brillo resulta chillón

>FLEMATICO

-en el compuesto flemático no suelen aparecer ingredientes de lo sublime o lo bello en un grado particularmente apreciable, cae este carácter fuera del círculo de nuestro examen.


-hay un cierto espíritu de las pequeñeces (bagatelles) que muestra una sensibilidad delicada pero dirigida precisamente a lo contrario de lo sublime. Es el gustar de algo por ser muy artificioso y difícil. El gustar de todo lo que está medido y ordenado de una manera minuciosa, aunque sea sin utilidad, por ejemplo, de libros primorosamente colocados en largas estanterías y una cabeza vacía que las contempla llena de satisfacción.

-todos los ingenios del mundo no igualan el valor de un labrador; y los esfuerzos por averiguar la distancia entre estrellas fijas  pueden ser aplazados hasta que sepamos de qué manera el arado ha de ser más ventajosamente conducido.

-un acto moral tanto más conmueve cuando más se aleja del interés propio y cuanto más en él resaltan motivos nobles.

-4 observaciones:

1-los hombres que obran según principios son muy pocos, cosa que hasta es muy conveniente pues con facilidad estos principios resultan equivocados y entonces el daño que de ello se deriva llega tanto más lejos cuanto más general es el principio y más firme la persona que lo ha adoptado

2-los que obedecen a bondad espontánea son muchos más. Estos instintos virtuosos fallan a veces; más por término medio, cumplen perfectamente el gran propósito de la naturaleza

3-lo que como único punto de referencia para sus esfuerzos tienen fija ante los ojos su adorada persona y procuran hacer girar todo en torno de su egoísmo, como eje mayor, son las más. Y esto viene a resultar también muy beneficioso; ellos, en efecto, son los más inteligentes, ordenados y precavidos; dan consistencia y firmeza a todo, y sin proponérselo, son útiles en general en cuanto facilitan las necesidades imprescindibles y  preparan las bases sobre las cuales las almas delicadas pueden extender la armonía y la hermosura.

4-la pasión por honor se halla extendida en el corazón de todos los hombres y presta al conjunto una encantadora belleza

SOBRE LA DIFERENCIA ENTRE LO SUBLIME Y LO BELLO EN LA RELACIÓN RECIPROCA DE AMBOS SEXOS.


-lo masculino es sublime; lo femenino, bello

-la mujer tiene un sentimiento innato para todo lo bello, lo bonito y adornado.

-el bello sexo tiene tanta inteligencia como el masculino, pero es una inteligencia bella; la nuestra ha de ser una inteligencia profunda, expresión de significado equivalente a lo sublime

-a la señora con la cabeza llena de griego y que sostiene sobre mecánica discusiones fundamentales, parece que no le hace falta más que una buena barba.

-la mujer no debe aprender ninguna geometría; del  principio de razón suficiente o de las mónadas sólo sabrá lo indispensable para entender el chiste en las poesías humorísticas.

-tan mal sienta en ellas en olor de la pólvora como en los hombres el del almizcle.

-me parece difícil que el bello sexo sea capaz de principios, y espero no ofender en esto; también son extremadamente raros en el masculino.

-el hombre no debe nunca llorar más que lágrimas magnánimas. Las que derrama por dolores o por situaciones desdichadas lo hacen despreciable.

-ha de distinguirse entre vanidad y engreimiento. La primera solicita el aplauso y honra en cierto modo a aquellos por los cuales se toma ese trabajo; el segundo se cree en completa posesión de él, y no esforzándose en conseguirlo, no logra obtenerlo.

-nada cae más contrario a lo bello que lo repugnante, así como nada cae tan bajo de lo sublime como lo ridículo.

-es insoportable que no se pueda hacer el mal aunque se quiera, porque la abstención del mismo es siempre una virtud muy dudosa.
-modestia, una especie de noble sencillez e ingenuidad recubriendo notables condiciones.  De ello brota una tranquila afectuosidad hacia los demás, unida al mismo tiempo a una cierta noble confianza en sí mismo, y una razonable estimación propia, que siempre se encuentra en un espíritu elevado.

-toda seducción está, en el fondo, extendida sobre un instinto sexual.

-en cuanto a la expresión moral de las facciones, de los ojos, y de la fisionomía, puede tender a lo sublime o a lo bello.

-el gusto de muchas damas por un color sano, pero pálido, se deja comprender por esto: tal color acompaña comúnmente a un carácter de sentimientos más íntimas y  sensibilidad más tierna, que corresponde a la calidad de lo sublime; el color sonrosado y vivo, en cambio, da más bien la impresión de un espíritu jovial y animado.

-acaso sea exacto lo supuesto por el señor Buffon, según el cual la figura que impresiona por vez primera, cuando este instinto es aún nuevo y comienza a desarrollarse, sigue siendo el modelo con el que más o menos deben concordar en lo futuro todas las figuras femeninas para excitar el deseo imaginativo, por cuyos dictados una inclinación bastante grosera se ve obligada a elegir entre los diferentes individuos del sexo contrario.

-figura bonita es juzgado de modo bastante análogo por todos los hombres y sobre él no son tan diversas las opiniones como generalmente se piensa. Las muchachas circasianas y georgianas han sido siempre consideradas como extraordinariamente bonitas por todos los europeos que han atravesado estos continentes. Los turcos, los árabes y los persas se hallan, sin duda, muy de acuerdo con este gusto, pues desean con gran ahinco embellecer sus pueblos con tan fina sangre.

-los mercaderes del Indostán no dejan tampoco de sacar partido, por un comercio malvado, de tan bellas criaturas conduciéndolas a sus golosos dominios.

-es frecuente encontrar figuras a primera vista sin particular interés, por no ser bonitas de una manera determinada, que no bien comienzan a agradar en un trato más íntimo se van apoderando del que las contempla y parecen hermosearse de continuo; en cambio,  una apariencia bonita que de golpe se revela es mirada después con mayor frialdad. Débese probablemente a que los encantos morales, allí donde se revelan, cautivan más y también porque dejan sentir su efecto con ocasión de sensaciones morales. Cada descubrimiento de un encanto hace sospechar otros más, mientras que todos los atractivos patentes una vez ejercidos desde un principio todo su efecto, no pueden en lo sucesivo sino enfriar lo curiosidad enamorada y convertirla poco a poco en indiferencia.

--un gusto muy refinado, en cambio, quita a las inclinaciones su carácter brutal, y al limitarlas a muy pocos objetos las hace decentes y decorosas; pero yerra comúnmente el gran propósito último de la naturaleza, y como exige o espera más de lo concedido comúnmente por ésta, suele muy rara vez hacer feliz a la persona de sensibilidad delicada.

- El primer carácter resulta rudo porque se dirige a todas las personas de un sexo; el segundo, soñador, pues propiamente a ninguna se dirige, ocupado sólo con un objeto que la imagen amorosa se forja en el pensamiento y adorna con todas las cualidades nobles y  bellas que rara vez la naturaleza junta en una persona y aún más rara vez ofrece a quien puede apreciarlas y acaso sería digno de tal posesión.

-no es raro que el gallo esópico encuentre una perla, cuando de seguro un vulgar grano de cebada le hubiese convenido mejor.

-yo aconsejaría a las almas nobles que refinasen el sentimiento todo lo posible en lo que respecta a sus propias cualidades o a sus actos, y en cambio, conservasen gustos poco exigentes para lo que disfruten o esperen de los demás. Sólo una cosa encuentro difícil: la posibilidad de ese equilibrio. Pero, de haberla, harían a los demás felices y lo serían ellos mismos.

-conviene no tener muchas pretensiones en lo que se refiere a las dichas de la vida y a la perfección de los hombres, pues quien sólo espera siempre algo mediano tiene la ventaja de que el resultado contradice rara vez sus expectativas, y en cambio, le sorprenden también insospechadas perfecciones.

-edad, devastadora de la belleza. El orden natural de las coas parece exigir que las cualidades sublimes y nobles reemplacen a las bellas, para que la persona vaya siendo digna de mayor respeto a medida que deja de ser amable.

-ciertamente, debía ser demasiado místico el amor platónico que expresaba un antiguo filósofo cuando decía del objeto de su inclinación: “ las gracias residen en sus arrugas y el alma parece asomárseme a los labios cuando beso su boca marchita”.

-resulta pueril la lucha por la preeminencia y donde tal ocurre es señal de un gusto grosero o desigualmente aparejado. Cuando se llega a alegar el derecho de quien manda, las cosas están perdidas; esta unión, que sólo debe esta fundada en la simpatía mutua,  queda destruída no bien el deber principia a hacerse oir.

>SOBRE LOS CARACTERES NACIONALES

-los italianos y los franceses, los que más se distinguen por el sentimiento de lo bello; los alemanes, españoles e ingleses, los que sobresalen  en el de lo sublime

-lo sublime terrible-extravagante (español). lo sublime-noble (inglés). lo sublime-magnífico (alemán)

-la naturaleza, modelo de todo lo bello y lo noble

-el español es serio, callado y veraz. Pocos comerciantes hay en el mundo más honrados que los españoles. Tienen un alma orgullosa y siente más los actos grandes que los bellos. Como su espíritu no encierra benevolencia bondadosa y dulce resulta a menudo duro y aun cruel. Abandonar el arado y pasearse con una larga espalda y una capa por el campo de labor hasta que el extranjero de paso por allí desaparezca.

-el francés sacrificará sin remordimiento algo de la verdad a una ocurrencia.

-la ostentación es un orgullo que a la vez es vanidad

-el fanatismo es una especie de temeridad piadosa

-indiferentismo práctico francés.

-los negros de África carecen por naturaleza de una sensibilidad que se eleve por encima de lo insignificante. El señor Hume desafía a que se le presente un ejemplo de que un negro haya mostrado talento y afirma que entre los cientos de millares de negros transportados a tierras extranjeras y aunque muchos de ellos han obtenido la libertad, no se ha encontrado uno solo que haya imaginado algo grande en el arte, en la ciencia o en cualquier actividad honorable.

-tan esencial es la diferencia entre estas dos razas humanas; parece tan grande en las facultades espirituales como en el color.

-un cobarde es un señor duro con los débiles.

-de todos los salvajes, sólo entre los canadienses disfruta en realidad la mujer una gran consideración.

-los votos monásticos encerraron una gran parte de hombres útiles en numerosas comunidades de  ociosos atareados, a quienes su vida soñadora inspiraba innumerables monstruosidades escolásticas, que luego salieron de sus claustros y se extendieron por el mundo.

-sólo es de desear que el falso brillo, tan fácilmente capcioso, no nos aleje de un modo insensible de la noble sencillez, y sobre todo, que el secreto aún oculto de la educación consiga ser sustraido a los antiguos errores para elevar  temprano el sentimiento moral en el pecho de todo joven ciudadano a una sensibilidad activa, de suerte que toda la delicadeza espiritual no vaya a parar en el placer fugitivo y ocioso de juzgar con mejor o peor gusto lo que acontece fuera de nosotros.



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