-encantador tratadito
-escrito en estilo fácil y cómodo, extraña excepción en la obra de Kant.
-aborda por primera vez el problema estético
-las diferentes sensaciones de contento o disgusto obedecen menos a la condición de las cosas externas que las suscitan que a la sensibilidad peculiar de cada hombre para ser grata e ingratamente impresionado por ellas.
-en hombre alguno faltan huellas de sentimientos delicados; pero una gran ausencia de ellos, calificada comparativamente de insensibilidad, aparece en el flemático, y hasta los impulsos vulgares, como el deseo de dinero, etc. suelen negársele.
>MELANCÓLICO:
-se llama melancólico porque sus sentimientos, intensificados más allá de cierto punto o dirigidos, merced a determinadas causas, en una falsa dirección, acabarían en esta tristeza más facilmente que los de otros. Este temperamento tiene principalmente sensibilidad para lo sublime. Incluso la belleza, a la cual es igualmente sensible, no le encanta tan sólo, sino que, llenándole de asombro, le conmueve. El placer de las diversiones es en él más serio; pero, por lo mismo, no menor. Todas las conmociones de lo sublime tienen algo más fascinador en sí que el inquieto encanto de lo bello. Les mueve a ordenar sus emociones bajo principios.
-ya pueden los encantos fortuitos alterarse: siempre continua siendo su mujer. El noble motivo permanece y no está sujeto a la inconstancia de las cosas exteriores.
-tengo que auxiliar a ese hombre porque sufre, no porque acaso sea amigo o conocido ni porque lo considere capaz de agradecérmelo después. Es sublime tanto por la invariabilidad como por la generalidad de sus aplicaciones
--el hombre de carácter melancólico se preocupa poco de los juicios ajenos, de lo que otros tienen por bueno o verdadero: se apoya sólo en su propia opinión. Como en él los móviles toman el carácter de principios, no puede ser fácilmente llevado a otras ideas. Su firmeza degenera a veces en obstinación. La amistad es sublime y por tanto apropiada a sus sentimientos. La locuacidad es bella; la taciturnidad meditativa es sublime.
-escrito en estilo fácil y cómodo, extraña excepción en la obra de Kant.
-aborda por primera vez el problema estético
-las diferentes sensaciones de contento o disgusto obedecen menos a la condición de las cosas externas que las suscitan que a la sensibilidad peculiar de cada hombre para ser grata e ingratamente impresionado por ellas.
-de ahí proviene que
algunos sientan placer con lo que otros produce asco; de ahí la enamorada
pasión, que es a menudo para los demás un enigma, y la viva repugnancia sentida
por éste hacia lo que para aquél es por completa indiferente.
-como todo hombre se siente feliz en tanto que satisface sus
inclinaciones, la sensibilidad, que le para disfrutar grandes placeres sin
exigir aptitudes excepcionales, no es tampoco baladí.
-el aficionado a la caza, ya sea de moscas, como Domiciano,
o de fieras, como A, todos ellos tienen la sensibilidad que les permite gustar
placeres a su modo, sin necesidad de envidiar a otros y sin poder formarse idea
de otros.
-existe un sentimiento de naturaleza más fina, así llamado,
bien porque tolera ser disfrutado más largamente, sin saciedad ni agotamiento,
bien porque supone en el alma una sensibilidad que la hace apta para los
movimientos virtuosos, o porque pone de manifiesto aptitudes y ventajas
intelectuales, mientras los otros son compatibles con una completa indigencia
mental.
-no hubiera cambiado uno de mis descubrimientos por un
principado (Kepler)
-este delicado sentimiento que consideramos es principalmente
de dos clases: lo sublime y lo bello. La emoción es en ambos agradable pero de
muy diferente modo.
Lo sublime: la vista de una montaña cuyas nevadas cimas se
alzan sobre las nubes, la descripción de una tempestad furiosa, la pintura del
infierno por Milton producen agrado pero unido a terror.
Lo bello: la contemplación de campiñas floridas, valles con
arroyos serpenteantes, cubiertos de rebaños pastando, la descripción del
Elíseo, la pintura del cinturón de Venus en Homero, proporcionan una sensación
agradable pero alegre y sonriente.
-la noche es sublime, el dia bello. Lo sublime conmueve, lo
bello encanta
-La expresión del hombre dominado por lo sublime es seria, a
veces fija y asombrada. Lo sublime presente a su vez diferentes caracteres. A veces
le acompaña cierto terror o melancolía (lo
Sublime terrorífico) ; en algunos casos, meramente un asombro tranquilo( Sublime noble), y en otros, un sentimiento de belleza extendido
sobre una disposición general sublime (Sublime
magnífico).
-lo sublime ha de ser siempre grande y sencillo, las
pirámides de Egipto; lo bello, puede ser también pequeño y puede estar
engalanado, San Pedro de Roma.
-un largo espacio de tiempo es sublime. Si corresponde al
pasado, resulta noble, es un asombro
inmóvil ; si se le considera en un porvenir incalculable, contiene algo de terrorífico.
-Lo sublime: inteligencia, audacia. Lo bello: ingenio, astucia
-Lo sublime: inteligencia, audacia. Lo bello: ingenio, astucia
-la circunspección es una virtud de alcalde (Cromwell)
-la amabilidad es la belleza de la virtud. La solicitud
desinteresada es noble. La cortesía y la finura es bella. Las cualidades sublimes
infunden respeto; las bellas, amor
-la emoción de lo sublime es más poderosa que la de lo
bello; pero que si ésta no la acompaña o alterna con ella, acaba por fatigar y
no puede ser disfrutada mucho tiempo.
-la tragedia excita lo sublime; la comedia, lo bello
-hasta los vicios y defectos morales contienen a veces en sí
algunos rasgos de lo sublime o de lo bello. El héroe de Homero, en general,
tiene sublimidad terrible, y el de Virgilio, noble.
-la elevada estatura conquista prestigio y respeto; una
pequeña, confianza. El cabello oscuro y los ojos negros tiene más afinidad con
lo sublime; los ojos azules y el tono rubio, más con lo bello.
-las personas alta y de apariencia deben procurar en sus
trajes la sencillez o, a lo más, la magnificiencia; las pequeñas puede usar de
adornos y perifollos. A la vejez convienen los colores oscuros y la
uniformidad.
-la riqueza, aun sin merecimientos, inspira reverencia hasta
a gentes desinteresadas, porque acaso le sugiere la idea de los grandes
proyectos que permite realizar.
-lo que acrecienta lo malo de la pobreza es el menosprecio,
que ni aun con merecimientos puede ser borrado por completo, al menos entre las
gentes vulgares.
-lo sublime terrible, cuando se hace completamente
monstruoso, cae en la extravagancia
-cosas fuera de lo natural, son las monstruosidades.
-la inclinación a lo monstruoso origina el chiflado
(Grillenfänger). El sentimiento de lo bello degenera cuando en él falta por
completo lo noble, entonces se le denomina frívolo. A un frívolo joven se le
llama lechuguin; a un frívolo maduro, fatuo.
-esta honrada sociedad está repartida en dos palcos: los
chiflado y los fatuos.
-un melancólico alejamiento del mundano bullicio a
consecuencia de un fastidio legítimo es noble. La devoción solitaria de los
antiguos eremitas era extravagante.
-el dominio de las pasiones en nombre de principios es
sublime. Las mortificaciones, los votos y otras virtudes monacales son más bien
cosas monstruosas.
-Virgilio es noble; Homero y Milton, extravagantes; Ovidio,
monstruoso.
-en las cualidades morales sólo la verdadera virtud es
sublime.
-no es posible que nuestro pecho se interese delicadamente
por todo hombre ni que toda pena extraña despierte nuestra compasión; de lo
contrario, el virtuoso, con toda su bondad no vendría a ser más que un holgazán
tierno.
-ecuación de nuestra conducta con la manera de ser del otro
(cortesía)
--la verdadera virtud sólo puede descansar en principios que la hacen tanto más sublime y noble cuanto más generales. Estos principios no son reglas especulativas, sino la conciencia de un sentimiento que vive en todo pecho humano, y cuyo dominio es mucho más amplio que el campo de la compasión y de la complacencia. Creo recoger todo su contenido diciendo que es el sentimiento de la belleza y la dignidad de la naturaleza humana. Lo primero es el fundamento de la benevolencia general; lo segundo, de la estimación general.
-el sentimiento de honor es, desde luego, reconocido como característica de la complexión colérica, y las consecuencias morales de este delicado sentimiento, que casi siempre sólo se preocupa del brillo, nos presentarán rasgos para la descripción de este carácter.
--la verdadera virtud sólo puede descansar en principios que la hacen tanto más sublime y noble cuanto más generales. Estos principios no son reglas especulativas, sino la conciencia de un sentimiento que vive en todo pecho humano, y cuyo dominio es mucho más amplio que el campo de la compasión y de la complacencia. Creo recoger todo su contenido diciendo que es el sentimiento de la belleza y la dignidad de la naturaleza humana. Lo primero es el fundamento de la benevolencia general; lo segundo, de la estimación general.
-en previsión de la debilidad de la naturaleza humana, ha
colocado en nosotros la Providencia, como suplemento de la virtud, tales
instintos auxiliares; por ellos, aun sin principios, son llevados a bellas
acciones, y aquellos que ya los poseen no pueden recibir mayor impulso y
estímulo enérgico. La compasión y la complacencia son fundamento de las bellas
acciones.
-hay que distinguir pues entre virtudes adoptadas y virtud
genuina, que es la que descansa en principios. Las primeras son bellas y
seductoras; pero sólo la segunda es sublime y venerable. Al espíritu en que
dominan las primeras sensaciones se le denomina buen corazón y bondadoso al
hombre de tal carácter; en cambio, se atribuye con justicia un noble corazón al
virtuoso según principios y a él mismo se le llama recto.
-estas virtudes adoptadas tienen, sin embargo, gran
semejanza con las virtudes verdaderas, pues encierran el sentimiento de un
placer inmediato en actos buenos y benévolos. Sin interés, por espontánea
benevolencia, el bondadoso os tratará amistosa y cortésmente y compartirá de
veras penas del otro.
-Mas como esta simpatía moral no es todavía bastante para
inspirar a los hombres indolentes acciones de utilidad general, la Providencia
ha puesto en nosotros cierto sentimiento delicado que puede empujarnos a la
acción o servir de contrapeso al grosero egoísmo o vulgar deseo de placeres. Es
el sentimiento del honor y su resultado, la verguënza.
-la opinión de que nuestro valer tengan los demás y su juicio sobre nuestros actos es un móvil de gran importancia y nos lleva a muchos sacrificios(...) como si el juicio de los demás determinase nuestro valor y el de nuestros actos
-con todo, como el sentimiento del honor es delicado, puedo denominar resplandor de la virtud aquello análogo a lo virtuoso que por él es ocasionado
-correspondería al flemático una mayor carencia de sentimiento moral.
-un sentimiento íntimo de la belleza y la dignidad de la naturaleza humana y un ánimo seguro y vigoroso para referir a esto como fundamento general todas las acciones son cosas serias y no se asocian bien con una alegría volandera. Y hasta se halla cerca de la honda melancolía (Schwermut), una dulce y nombre sensación.
-la genuina virtud, según principios, encierra en sí algo que parece coincidir con el temperamento melancólico en un sentido atenuado.
-el temperamento sanguíneo, que es volandero y dado a las diversiones. En este temperamento debemos buscar las simpáticas cualidades que hemos denominado virtudes adoptadas.
-la opinión de que nuestro valer tengan los demás y su juicio sobre nuestros actos es un móvil de gran importancia y nos lleva a muchos sacrificios(...) como si el juicio de los demás determinase nuestro valor y el de nuestros actos
-con todo, como el sentimiento del honor es delicado, puedo denominar resplandor de la virtud aquello análogo a lo virtuoso que por él es ocasionado
-correspondería al flemático una mayor carencia de sentimiento moral.
-un sentimiento íntimo de la belleza y la dignidad de la naturaleza humana y un ánimo seguro y vigoroso para referir a esto como fundamento general todas las acciones son cosas serias y no se asocian bien con una alegría volandera. Y hasta se halla cerca de la honda melancolía (Schwermut), una dulce y nombre sensación.
-la genuina virtud, según principios, encierra en sí algo que parece coincidir con el temperamento melancólico en un sentido atenuado.
-el temperamento sanguíneo, que es volandero y dado a las diversiones. En este temperamento debemos buscar las simpáticas cualidades que hemos denominado virtudes adoptadas.
-en hombre alguno faltan huellas de sentimientos delicados; pero una gran ausencia de ellos, calificada comparativamente de insensibilidad, aparece en el flemático, y hasta los impulsos vulgares, como el deseo de dinero, etc. suelen negársele.
>MELANCÓLICO:
-se llama melancólico porque sus sentimientos, intensificados más allá de cierto punto o dirigidos, merced a determinadas causas, en una falsa dirección, acabarían en esta tristeza más facilmente que los de otros. Este temperamento tiene principalmente sensibilidad para lo sublime. Incluso la belleza, a la cual es igualmente sensible, no le encanta tan sólo, sino que, llenándole de asombro, le conmueve. El placer de las diversiones es en él más serio; pero, por lo mismo, no menor. Todas las conmociones de lo sublime tienen algo más fascinador en sí que el inquieto encanto de lo bello. Les mueve a ordenar sus emociones bajo principios.
-ya pueden los encantos fortuitos alterarse: siempre continua siendo su mujer. El noble motivo permanece y no está sujeto a la inconstancia de las cosas exteriores.
-tengo que auxiliar a ese hombre porque sufre, no porque acaso sea amigo o conocido ni porque lo considere capaz de agradecérmelo después. Es sublime tanto por la invariabilidad como por la generalidad de sus aplicaciones
--el hombre de carácter melancólico se preocupa poco de los juicios ajenos, de lo que otros tienen por bueno o verdadero: se apoya sólo en su propia opinión. Como en él los móviles toman el carácter de principios, no puede ser fácilmente llevado a otras ideas. Su firmeza degenera a veces en obstinación. La amistad es sublime y por tanto apropiada a sus sentimientos. La locuacidad es bella; la taciturnidad meditativa es sublime.
-su sufre sumisión abyecta y su noble pecho respira
libertad. Toda suerte de cadenas le son odiosas; desde las doradas, que en la corte
se arrastran, hasta los pesados hierros del galeote. Es un rígido juez de sí
mismo y del mundo. Desafía el peligro y desprecia la muerte. Falseado su
sentimiento y no serenado por la razón, cae en lo extravagante. Si la
inteligencia es aún más débil, incurre en lo monstruoso. Está en peligro de
convertirse en un chiflado.
>CARÁCTER SANGUÍNEO
-tiene predominante sensibilidad para lo bello. Sus alegrías
son, por tanto, rientes y vivas. Le gusta el cambio. Regocija a los demás y su
compañía es grata. Comparte fácilmente el estado moral ajeno. Su sentido moral
es bello pero sin principios y obedece siempre a impresiones momentáneas
-las leyes son para él demasiado rígidas y se deja sobornar
por las lágrimas. Es liberal y benéfico. Nadie tiene tan buena opinión de su
corazón como él. Su mayor peligro es caer en lo frívolo y entonces es alocado y
pueril. Con la edad corre el riesgo de convertirse en un viejo verde.
>CARÁCTER COLÉRICO
-tiene sensibilidad predominante para el género de lo sublime que se puede denominar magnífico.
-así como un edificio cubierto por una pintura que imita la piedra produce una impresión tan noble como si fuera de verdad, y así de igual modo la idea de firmeza aunque tengan poca consistencia y nada sostengan, lo mismo brillan las virtudes de hojalata, el similor de sabiduría y los méritos pintados.
-el colérico considera su propio valor y el de sus cosas según el prestigio y apariencia de que se revistan a los ojos de los demás. Su conducta es artificiosa. No se pregunta lo que él es, sino lo que parece. Su benevolencia es cortesía; su respeto, ceremonia; su amor, meditada adulación. No es nada sensible a la belleza o al valor de los actos, sino al juicio que el mundo pronunciará sobre ellos.
-se complace en ser esclavo de los grandes para después ser tirano de los humildes.
-la ingenuidad le es completamente extraña, por eso cuando su gusto degenera su brillo resulta chillón
>FLEMATICO
-en el compuesto flemático no suelen aparecer ingredientes de lo sublime o lo bello en un grado particularmente apreciable, cae este carácter fuera del círculo de nuestro examen.
-hay un cierto espíritu de las pequeñeces (bagatelles) que muestra una sensibilidad delicada pero dirigida precisamente a lo contrario de lo sublime. Es el gustar de algo por ser muy artificioso y difícil. El gustar de todo lo que está medido y ordenado de una manera minuciosa, aunque sea sin utilidad, por ejemplo, de libros primorosamente colocados en largas estanterías y una cabeza vacía que las contempla llena de satisfacción.
-todos los ingenios del mundo no igualan el valor de un labrador; y los esfuerzos por averiguar la distancia entre estrellas fijas pueden ser aplazados hasta que sepamos de qué manera el arado ha de ser más ventajosamente conducido.
-un acto moral tanto más conmueve cuando más se aleja del interés propio y cuanto más en él resaltan motivos nobles.
-4 observaciones:
1-los hombres que obran según principios son muy pocos, cosa que hasta es muy conveniente pues con facilidad estos principios resultan equivocados y entonces el daño que de ello se deriva llega tanto más lejos cuanto más general es el principio y más firme la persona que lo ha adoptado
2-los que obedecen a bondad espontánea son muchos más. Estos instintos virtuosos fallan a veces; más por término medio, cumplen perfectamente el gran propósito de la naturaleza
3-lo que como único punto de referencia para sus esfuerzos tienen fija ante los ojos su adorada persona y procuran hacer girar todo en torno de su egoísmo, como eje mayor, son las más. Y esto viene a resultar también muy beneficioso; ellos, en efecto, son los más inteligentes, ordenados y precavidos; dan consistencia y firmeza a todo, y sin proponérselo, son útiles en general en cuanto facilitan las necesidades imprescindibles y preparan las bases sobre las cuales las almas delicadas pueden extender la armonía y la hermosura.
4-la pasión por honor se halla extendida en el corazón de todos los hombres y presta al conjunto una encantadora belleza
SOBRE LA DIFERENCIA ENTRE LO SUBLIME Y LO BELLO EN LA RELACIÓN RECIPROCA DE AMBOS SEXOS.
-lo sublime terrible-extravagante (español). lo sublime-noble (inglés). lo sublime-magnífico (alemán)
-la naturaleza, modelo de todo lo bello y lo noble
-el español es serio, callado y veraz. Pocos comerciantes hay en el mundo más honrados que los españoles. Tienen un alma orgullosa y siente más los actos grandes que los bellos. Como su espíritu no encierra benevolencia bondadosa y dulce resulta a menudo duro y aun cruel. Abandonar el arado y pasearse con una larga espalda y una capa por el campo de labor hasta que el extranjero de paso por allí desaparezca.
-el francés sacrificará sin remordimiento algo de la verdad a una ocurrencia.
-la ostentación es un orgullo que a la vez es vanidad
-el fanatismo es una especie de temeridad piadosa
-indiferentismo práctico francés.
-los negros de África carecen por naturaleza de una sensibilidad que se eleve por encima de lo insignificante. El señor Hume desafía a que se le presente un ejemplo de que un negro haya mostrado talento y afirma que entre los cientos de millares de negros transportados a tierras extranjeras y aunque muchos de ellos han obtenido la libertad, no se ha encontrado uno solo que haya imaginado algo grande en el arte, en la ciencia o en cualquier actividad honorable.
-tan esencial es la diferencia entre estas dos razas humanas; parece tan grande en las facultades espirituales como en el color.
-un cobarde es un señor duro con los débiles.
-de todos los salvajes, sólo entre los canadienses disfruta en realidad la mujer una gran consideración.
-los votos monásticos encerraron una gran parte de hombres útiles en numerosas comunidades de ociosos atareados, a quienes su vida soñadora inspiraba innumerables monstruosidades escolásticas, que luego salieron de sus claustros y se extendieron por el mundo.
-sólo es de desear que el falso brillo, tan fácilmente capcioso, no nos aleje de un modo insensible de la noble sencillez, y sobre todo, que el secreto aún oculto de la educación consiga ser sustraido a los antiguos errores para elevar temprano el sentimiento moral en el pecho de todo joven ciudadano a una sensibilidad activa, de suerte que toda la delicadeza espiritual no vaya a parar en el placer fugitivo y ocioso de juzgar con mejor o peor gusto lo que acontece fuera de nosotros.
-así como un edificio cubierto por una pintura que imita la piedra produce una impresión tan noble como si fuera de verdad, y así de igual modo la idea de firmeza aunque tengan poca consistencia y nada sostengan, lo mismo brillan las virtudes de hojalata, el similor de sabiduría y los méritos pintados.
-el colérico considera su propio valor y el de sus cosas según el prestigio y apariencia de que se revistan a los ojos de los demás. Su conducta es artificiosa. No se pregunta lo que él es, sino lo que parece. Su benevolencia es cortesía; su respeto, ceremonia; su amor, meditada adulación. No es nada sensible a la belleza o al valor de los actos, sino al juicio que el mundo pronunciará sobre ellos.
-se complace en ser esclavo de los grandes para después ser tirano de los humildes.
-la ingenuidad le es completamente extraña, por eso cuando su gusto degenera su brillo resulta chillón
>FLEMATICO
-en el compuesto flemático no suelen aparecer ingredientes de lo sublime o lo bello en un grado particularmente apreciable, cae este carácter fuera del círculo de nuestro examen.
-hay un cierto espíritu de las pequeñeces (bagatelles) que muestra una sensibilidad delicada pero dirigida precisamente a lo contrario de lo sublime. Es el gustar de algo por ser muy artificioso y difícil. El gustar de todo lo que está medido y ordenado de una manera minuciosa, aunque sea sin utilidad, por ejemplo, de libros primorosamente colocados en largas estanterías y una cabeza vacía que las contempla llena de satisfacción.
-todos los ingenios del mundo no igualan el valor de un labrador; y los esfuerzos por averiguar la distancia entre estrellas fijas pueden ser aplazados hasta que sepamos de qué manera el arado ha de ser más ventajosamente conducido.
-un acto moral tanto más conmueve cuando más se aleja del interés propio y cuanto más en él resaltan motivos nobles.
-4 observaciones:
1-los hombres que obran según principios son muy pocos, cosa que hasta es muy conveniente pues con facilidad estos principios resultan equivocados y entonces el daño que de ello se deriva llega tanto más lejos cuanto más general es el principio y más firme la persona que lo ha adoptado
2-los que obedecen a bondad espontánea son muchos más. Estos instintos virtuosos fallan a veces; más por término medio, cumplen perfectamente el gran propósito de la naturaleza
3-lo que como único punto de referencia para sus esfuerzos tienen fija ante los ojos su adorada persona y procuran hacer girar todo en torno de su egoísmo, como eje mayor, son las más. Y esto viene a resultar también muy beneficioso; ellos, en efecto, son los más inteligentes, ordenados y precavidos; dan consistencia y firmeza a todo, y sin proponérselo, son útiles en general en cuanto facilitan las necesidades imprescindibles y preparan las bases sobre las cuales las almas delicadas pueden extender la armonía y la hermosura.
4-la pasión por honor se halla extendida en el corazón de todos los hombres y presta al conjunto una encantadora belleza
SOBRE LA DIFERENCIA ENTRE LO SUBLIME Y LO BELLO EN LA RELACIÓN RECIPROCA DE AMBOS SEXOS.
-lo masculino es sublime; lo femenino, bello
-la mujer tiene un sentimiento innato para todo lo bello, lo
bonito y adornado.
-el bello sexo tiene tanta inteligencia como el masculino,
pero es una inteligencia bella; la nuestra ha de ser una inteligencia profunda,
expresión de significado equivalente a lo sublime
-a la señora con la cabeza llena de griego y que sostiene
sobre mecánica discusiones fundamentales, parece que no le hace falta más que
una buena barba.
-la mujer no debe aprender ninguna geometría; del principio de razón suficiente o de las
mónadas sólo sabrá lo indispensable para entender el chiste en las poesías
humorísticas.
-tan mal sienta en ellas en olor de la pólvora como en los
hombres el del almizcle.
-me parece difícil que el bello sexo sea capaz de
principios, y espero no ofender en esto; también son extremadamente raros en el
masculino.
-el hombre no debe nunca llorar más que lágrimas magnánimas.
Las que derrama por dolores o por situaciones desdichadas lo hacen
despreciable.
-ha de distinguirse entre vanidad y engreimiento. La primera
solicita el aplauso y honra en cierto modo a aquellos por los cuales se toma
ese trabajo; el segundo se cree en completa posesión de él, y no esforzándose
en conseguirlo, no logra obtenerlo.
-nada cae más contrario a lo bello que lo repugnante, así
como nada cae tan bajo de lo sublime como lo ridículo.
-es insoportable que no se pueda hacer el mal aunque se
quiera, porque la abstención del mismo es siempre una virtud muy dudosa.
-modestia, una especie de noble sencillez e ingenuidad
recubriendo notables condiciones. De
ello brota una tranquila afectuosidad hacia los demás, unida al mismo tiempo a
una cierta noble confianza en sí mismo, y una razonable estimación propia, que
siempre se encuentra en un espíritu elevado.
-toda seducción está, en el fondo, extendida sobre un
instinto sexual.
-en cuanto a la expresión moral de las facciones, de los ojos, y de la fisionomía, puede tender a lo sublime o a lo bello.
-el gusto de muchas damas por un color sano, pero pálido, se deja comprender por esto: tal color acompaña comúnmente a un carácter de sentimientos más íntimas y sensibilidad más tierna, que corresponde a la calidad de lo sublime; el color sonrosado y vivo, en cambio, da más bien la impresión de un espíritu jovial y animado.
-en cuanto a la expresión moral de las facciones, de los ojos, y de la fisionomía, puede tender a lo sublime o a lo bello.
-el gusto de muchas damas por un color sano, pero pálido, se deja comprender por esto: tal color acompaña comúnmente a un carácter de sentimientos más íntimas y sensibilidad más tierna, que corresponde a la calidad de lo sublime; el color sonrosado y vivo, en cambio, da más bien la impresión de un espíritu jovial y animado.
-acaso sea exacto lo supuesto por el señor Buffon, según el
cual la figura que impresiona por vez primera, cuando este instinto es aún
nuevo y comienza a desarrollarse, sigue siendo el modelo con el que más o menos
deben concordar en lo futuro todas las figuras femeninas para excitar el deseo
imaginativo, por cuyos dictados una inclinación bastante grosera se ve obligada
a elegir entre los diferentes individuos del sexo contrario.
-figura bonita es juzgado de modo bastante análogo por todos
los hombres y sobre él no son tan diversas las opiniones como generalmente se
piensa. Las muchachas circasianas y georgianas han sido siempre consideradas
como extraordinariamente bonitas por todos los europeos que han atravesado
estos continentes. Los turcos, los árabes y los persas se hallan, sin duda, muy
de acuerdo con este gusto, pues desean con gran ahinco embellecer sus pueblos
con tan fina sangre.
-los mercaderes del Indostán no dejan tampoco de sacar
partido, por un comercio malvado, de tan bellas criaturas conduciéndolas a sus
golosos dominios.
-es frecuente encontrar figuras a primera vista sin
particular interés, por no ser bonitas de una manera determinada, que no bien
comienzan a agradar en un trato más íntimo se van apoderando del que las
contempla y parecen hermosearse de continuo; en cambio, una apariencia bonita que de golpe se revela
es mirada después con mayor frialdad. Débese probablemente a que los encantos
morales, allí donde se revelan, cautivan más y también porque dejan sentir su
efecto con ocasión de sensaciones morales. Cada descubrimiento de un encanto
hace sospechar otros más, mientras que todos los atractivos patentes una vez
ejercidos desde un principio todo su efecto, no pueden en lo sucesivo sino
enfriar lo curiosidad enamorada y convertirla poco a poco en indiferencia.
--un gusto muy refinado, en cambio, quita a las inclinaciones su carácter brutal, y al limitarlas a muy pocos objetos las hace decentes y decorosas; pero yerra comúnmente el gran propósito último de la naturaleza, y como exige o espera más de lo concedido comúnmente por ésta, suele muy rara vez hacer feliz a la persona de sensibilidad delicada.
-los italianos y los franceses, los que más se distinguen por el sentimiento de lo bello; los alemanes, españoles e ingleses, los que sobresalen en el de lo sublime--un gusto muy refinado, en cambio, quita a las inclinaciones su carácter brutal, y al limitarlas a muy pocos objetos las hace decentes y decorosas; pero yerra comúnmente el gran propósito último de la naturaleza, y como exige o espera más de lo concedido comúnmente por ésta, suele muy rara vez hacer feliz a la persona de sensibilidad delicada.
- El primer carácter resulta rudo porque se dirige a
todas las personas de un sexo; el segundo, soñador, pues propiamente a ninguna
se dirige, ocupado sólo con un objeto que la imagen amorosa se forja en el
pensamiento y adorna con todas las cualidades nobles y bellas que rara vez la naturaleza junta en
una persona y aún más rara vez ofrece a quien puede apreciarlas y acaso sería
digno de tal posesión.
-no es raro que
el gallo esópico encuentre una perla, cuando de seguro un vulgar grano de
cebada le hubiese convenido mejor.
-yo aconsejaría
a las almas nobles que refinasen el sentimiento todo lo posible en lo que
respecta a sus propias cualidades o a sus actos, y en cambio, conservasen
gustos poco exigentes para lo que disfruten o esperen de los demás. Sólo una
cosa encuentro difícil: la posibilidad de ese equilibrio. Pero, de haberla,
harían a los demás felices y lo serían ellos mismos.
-conviene no tener muchas pretensiones en lo que se
refiere a las dichas de la vida y a la perfección de los hombres, pues quien
sólo espera siempre algo mediano tiene la ventaja de que el resultado contradice
rara vez sus expectativas, y en cambio, le sorprenden también insospechadas
perfecciones.
-edad, devastadora de la belleza. El orden natural de
las coas parece exigir que las cualidades sublimes y nobles reemplacen a las
bellas, para que la persona vaya siendo digna de mayor respeto a medida que
deja de ser amable.
-ciertamente, debía ser demasiado místico el amor
platónico que expresaba un antiguo filósofo cuando decía del objeto de su
inclinación: “ las gracias residen en sus arrugas y el alma parece asomárseme a
los labios cuando beso su boca marchita”.
-resulta pueril la lucha por la preeminencia y donde
tal ocurre es señal de un gusto grosero o desigualmente aparejado. Cuando se
llega a alegar el derecho de quien manda, las cosas están perdidas; esta unión,
que sólo debe esta fundada en la simpatía mutua, queda destruída no bien el deber principia a
hacerse oir.
>SOBRE LOS CARACTERES NACIONALES
-lo sublime terrible-extravagante (español). lo sublime-noble (inglés). lo sublime-magnífico (alemán)
-la naturaleza, modelo de todo lo bello y lo noble
-el español es serio, callado y veraz. Pocos comerciantes hay en el mundo más honrados que los españoles. Tienen un alma orgullosa y siente más los actos grandes que los bellos. Como su espíritu no encierra benevolencia bondadosa y dulce resulta a menudo duro y aun cruel. Abandonar el arado y pasearse con una larga espalda y una capa por el campo de labor hasta que el extranjero de paso por allí desaparezca.
-el francés sacrificará sin remordimiento algo de la verdad a una ocurrencia.
-la ostentación es un orgullo que a la vez es vanidad
-el fanatismo es una especie de temeridad piadosa
-indiferentismo práctico francés.
-los negros de África carecen por naturaleza de una sensibilidad que se eleve por encima de lo insignificante. El señor Hume desafía a que se le presente un ejemplo de que un negro haya mostrado talento y afirma que entre los cientos de millares de negros transportados a tierras extranjeras y aunque muchos de ellos han obtenido la libertad, no se ha encontrado uno solo que haya imaginado algo grande en el arte, en la ciencia o en cualquier actividad honorable.
-tan esencial es la diferencia entre estas dos razas humanas; parece tan grande en las facultades espirituales como en el color.
-un cobarde es un señor duro con los débiles.
-de todos los salvajes, sólo entre los canadienses disfruta en realidad la mujer una gran consideración.
-los votos monásticos encerraron una gran parte de hombres útiles en numerosas comunidades de ociosos atareados, a quienes su vida soñadora inspiraba innumerables monstruosidades escolásticas, que luego salieron de sus claustros y se extendieron por el mundo.
-sólo es de desear que el falso brillo, tan fácilmente capcioso, no nos aleje de un modo insensible de la noble sencillez, y sobre todo, que el secreto aún oculto de la educación consiga ser sustraido a los antiguos errores para elevar temprano el sentimiento moral en el pecho de todo joven ciudadano a una sensibilidad activa, de suerte que toda la delicadeza espiritual no vaya a parar en el placer fugitivo y ocioso de juzgar con mejor o peor gusto lo que acontece fuera de nosotros.
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