-Maria Gavrilovna se había educado con novelas francesas y, por consiguiente, estaba enamorada.
-le recibían peor que a un recaudador cesante
-con una "palidez interesante" decían las jóvenes del lugar.
-llegué a los doce años a saber leer y escribir en ruso y a apreciar con buen tino las cualidades de un lebrel
-basta de corretear por el cuarto de las criadas y de trepar al palomar
-postreros testimonios de la ternura familiar
-Uno cosa -decía él- que todos los militares debemos saber. Llega uno, por ejemplo, durante una marcha a un pueblecito ¿y en qué va entretenerse? No todo ha de ser siempre pegar a los judios. Pues entre una en la hosteria y se pone a jugar al billar.
-me propuso jugar por dinero, por un grosch, no por lucro, sino para no jugar a padrenuestros, lo cual, según expresión suya, era la más indecentes de las costumbres.
-pero era difícil contiene a Savélich cuando ponía paño al púlpito.
-nastoika (licor de yerbas), batiuschka (padrecito), uriadnik (subteniente cosaco), Nieschnoisiernaia.
-cuando el pope anda de visiteo, entran en el cementario los diablos
-¿Qué es esto de los guantes de erizo?
-Akulina Panfilovna, esposa del padre Jerásimo
-si deseas que Mascha Ivanovna vaya a tu casa al oscurecer, en lugar de versitos tiernos regálale un par de pendientes.
-dejase la poesia como cosa completamente contraria al servicio militar y que no podía conducir a nada bueno.
-joven lector, los cambios más sólidos y más eficaces son los que se verifican como consecuencia del mejoramiento de las costumbres y sin conmociones violentas
-no pude dejar de admirar tan extraño encadenamiento de circunstancias: un gabán de pie de los años de infancia me había librado de la horca
-los mejores compañeros de un bandido: un buen puñal, un buen arco, un buen caballo y las tinieblas de la noche.
-abismado en mis cavilaciones
-no te irrites, que también el caballo tiene cuatro patas y, sin embargo, tropieza.
-todo bien y menos da una piedra
-el buen señor me escuchaba con atención, mientras cortaba ramitas secas
-no es posible confiar en la subordinación de los bandidos
-monstruo de maldad para todo el mundo menos para mi.
-saltamos de la sartén para dar en las brasas
-lo que se veía sobre nosotros era una horca instalada sobre una balsa, y de ella pendían tres cuerpos.
-le di(perdonad) un puñetazo en un oído y abrí la barrera por mi mismo.
-me escuchaba sin fingir timidez y sin oponer disculpas afectadas
-oímos gritos y desusada algarabía
-
-le recibían peor que a un recaudador cesante
-con una "palidez interesante" decían las jóvenes del lugar.
-llegué a los doce años a saber leer y escribir en ruso y a apreciar con buen tino las cualidades de un lebrel
-basta de corretear por el cuarto de las criadas y de trepar al palomar
-postreros testimonios de la ternura familiar
-Uno cosa -decía él- que todos los militares debemos saber. Llega uno, por ejemplo, durante una marcha a un pueblecito ¿y en qué va entretenerse? No todo ha de ser siempre pegar a los judios. Pues entre una en la hosteria y se pone a jugar al billar.
-me propuso jugar por dinero, por un grosch, no por lucro, sino para no jugar a padrenuestros, lo cual, según expresión suya, era la más indecentes de las costumbres.
-pero era difícil contiene a Savélich cuando ponía paño al púlpito.
-nastoika (licor de yerbas), batiuschka (padrecito), uriadnik (subteniente cosaco), Nieschnoisiernaia.
-cuando el pope anda de visiteo, entran en el cementario los diablos
-¿Qué es esto de los guantes de erizo?
-Akulina Panfilovna, esposa del padre Jerásimo
-si deseas que Mascha Ivanovna vaya a tu casa al oscurecer, en lugar de versitos tiernos regálale un par de pendientes.
-dejase la poesia como cosa completamente contraria al servicio militar y que no podía conducir a nada bueno.
-joven lector, los cambios más sólidos y más eficaces son los que se verifican como consecuencia del mejoramiento de las costumbres y sin conmociones violentas
-no pude dejar de admirar tan extraño encadenamiento de circunstancias: un gabán de pie de los años de infancia me había librado de la horca
-los mejores compañeros de un bandido: un buen puñal, un buen arco, un buen caballo y las tinieblas de la noche.
-abismado en mis cavilaciones
-no te irrites, que también el caballo tiene cuatro patas y, sin embargo, tropieza.
-todo bien y menos da una piedra
-el buen señor me escuchaba con atención, mientras cortaba ramitas secas
-no es posible confiar en la subordinación de los bandidos
-monstruo de maldad para todo el mundo menos para mi.
-saltamos de la sartén para dar en las brasas
-lo que se veía sobre nosotros era una horca instalada sobre una balsa, y de ella pendían tres cuerpos.
-le di(perdonad) un puñetazo en un oído y abrí la barrera por mi mismo.
-me escuchaba sin fingir timidez y sin oponer disculpas afectadas
-oímos gritos y desusada algarabía
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