lunes, 31 de mayo de 2021

DIEGO DE SAN PEDRO. edición de Samuel Gili Gaya

 Ideal arquetípico del Amor, tal como se concebís en los medios sociales aristocráticos del siglo XV.

Poeta galante de Cancionero, novelista para las damas de la reina Isabel, sermoneador de amores ante un auditorio femenino.

Glosa y analiza la pasión amorosa.

Salsa para pecar, considera sus texto juveniles.

Lo verdaderamente valiosos, original y duradero de su obra literaria se halla en Arnalte y Lucenda, y más aún en Cárcel de Amor, donde adquiere forma definitiva la novela sentimental. En ambas el protagonista es un amante desdeñado, que sufre la áspera e implacable tortura de su pasión sin esperanza.

La sensibilidad europea de la Edad Media había elaborado en España un modelo en Amadís de Gaula, espejo de leales amadores.

Amadís convertido en el penitente Beltenebrós, es la base inmediata sobre la cual compone Diego de San Pedro los héroes de sus lacrimosas historias de amores. Pero lo que en el libro de caballerías era sólo un elemento constitutivo del carácter del protagonista, pasa a ser aquí el tema central de la novela.

Cárcel de Amor y el Amadís son los dos grandes éxitos universales de las letras españolas del siglo XV y sólo algo más tarde La Celestina podrá compararse con ellos en su difusión por Europa.

Libro religioso a lo profano

Haber llevado a sus consecuencias extremas uno de los principales caracteres de la literatura amatoria, puede explicar, junto con otras experiencias, la resonancia universal de la novela.

Pero es esencialmente medieval, goticismo radical de su espirítu.

El teórico más antiguo del amor cortesano, André  Chapellain, diserta sobre si es más refinada la pasión amorosa entre amantes que entre cónyuges.

De las cortes de la condesa Maria de Champagne y de Leonor de Poitieres, irradiaban las normas y el tono de la alta sociedad del siglo XII: el verdadero amor se halla fuera del matrimonio, qui non celat amare no potest.


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