jueves, 5 de enero de 2017

stendhal (relatos)

-relatos traducidos por Consuelo Bergés

-Ortega le llama a Stendhal "archinarrador ante el Altísimo".

-temperamento bilioso-melancólico, el propio de los españoles

-vierte a raudales y con la divine aisance que le reconoce Maurras, tan lejos de él en posiciones ideológicas, las ideas más originales, más audaces, más anticipadas a su tiempo que nadie en su tiempo escribiera.

-la palabra "energía" ha quedado casi como síntesis de la moral stendhaliana. Barrés escribió un ensayo titulado "Stendhal ou le culte a l´energie", y alguien, no recuerdo quién, el llamó "profesor de energía".

-le merece especial admiración lo que el llama "beau crime", palabras incasables que él tiene la audacia de emparejar por primera vez.

-siento una inclinación natural por la nación española. Estas gentes se baten por conseguir cualquier cosa que desean. No se baten sabiamente.(...) Me gusta también el español porque es un" tipo". No es copia de nadie.

-visitó Barcelona y Guipozcoa (donde se encuentra con soldados de la guerra carlisa y repara en dos muchachas "bonitas, con esa belleza tan espiritual, tan atractiva, tan coqueta sin vanidad de España"

-practica la desnudez de estilo, la precisión escueta del detalle, la supresión implacable de cualquier divagación y de todo floreo

-informa a Saint Beuve y a Balzac de que lee cada una unos cuantos artículos del Código Civil para tomar el tono del estilo.

-Quien no supo limitarse, no supo jamás escribir. Había que tener el valor de borrar cuatro o seis líneas.

-casi todos sus héroes protagonistas tienen 19 años.

-está usted viendo a una desventurada que le admira, que le tiene una inmensa gratitud pero que nunca podrá amarle.

-Don Gutier Ferrandez

-por una horrible perversión de carácter, cada una de aquellas palabras aumentaba el amor que le abrasaba.

-no hay más que un remedio de curarme: matarme-le dijo cubriéndola de besos.

-Alcolote,  a una legua de Granada

-El día que su gente no había matado por lo menos un francés, don Blas no dormía en una cama. Era un voto.

-ingeniosos  los sarcasmos que dirigía a sus prisioneros de guerra antes de ahorcalos.

-por su atuendo se le tomaría por un catalán.

-sus dos hijos se hicieron jesuitas y murieron locos

-dígnese permitirme esperar que vendrá a verme todos los dias

-estos tiempos de hipocresía (Lord Byron)

-se guardó muy bien de la insigne torpeza de dar la clave de su carácter y hacer confidencias a un lacayo.

-¿se dignará el lector perdonar esta pequeña digresión?

-las medias tintas han tomado un rojo ladrillo

-tan dulce, tan inocente, casi alemán

-se fiaba de mi honradez de no recordar si no compraba sus manuscritos

-se pensaba que sólo con la mayor claridad posible si podía interesar al vecino.

-lloraban su desventura y dentibus fremebant (rechinaban los dientes) contra los  asesinos

-podemos decir que sólo no viéndola era posible no adorarla

-espejo de inexpertos

-pero como el verdugo está cansadísimo y el pueblo como en aongía por haber visto tantos muertos, se aplaza la ejecución estos dos días.

-el salvajismo pulido de las costumbres de París

-procuraba nunca decir cosas notables. Esto fue lo que, al primer día,  contribuyó más a suscitar la extremada atención de Mina.

-no vengarse es una indignidad. Esto fue lo último que pensó.

-véngueme y lo creo todo

-un verdadero hijo de la ironía

-sin creer mucho en la religión, consideraba que no tenerla era de mal tono.


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