domingo, 25 de marzo de 2012

Teresa de Jesús (Castillo interior IX)

-Teresa de Jesús cayó en profundo éxtasis cuando en  Salamanca en 1571 oyó a la hermana Isabel de Jesús oyó recitar lo siguiente:
Véante mis ojos
dulce Jesús bueno,
véante mis ojos
muérame yo luego

-muy excesivo gozo y deleite que es tan grandísimo extremo que verdaderamente parece que desfallece el alma de suerte que no le falta tantico para acabar de salir del cuerpo.


-en la 7ª morada no se pierden las potencias, mas no obran, sino están como espantadas

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