viernes, 25 de noviembre de 2011

REQUISITOS DEL DUENDE 25 nov. 2011

REQUISITOS DEL DUENDE

Un munícipe de Pensada, apasionado amante de la literatura, se propuso instituir un premio de relatos en su pequeña ciudad. Efectuó certeras gestiones con los políticos locales; obtuvo consenso.
Buscó un jurado solvente que en su primera convocatoria otorgó el premio al escritor burgalés Efrén Lopaca. El texto tuvo excelentes críticas y -dentro de la modestia de la editorial provincial en la que se publicó- éxito de ventas. Efrén Lopaca falleció mes y medio más tarde de una afección biliar.
Al siguiente año, se incrementó la cuantía del premio y se convino la publicación en una editorial más influyente. Obtuvo el galardón Joaquín Javier Timiama Godina, profesor de historia en un instituto de enseñanza media de Tarazona. El profesor Timiama murió en agosto de ese año en un accidente automovilístico cerca del Parque de Ordesa.
La siguiente convocatoria duplicó la cuantía del premio. Se apalabró la publicación con una prestigiosa editorial murciana. Resultó ganador un diplomático destinado en Kiev, cuyo relato era un prodigio de probidad literaria. Poco después de producirse la noticia, se halló su cadáver cubierto de nieve en un callejón solitario de esa ciudad rusa.
Un periodista hiló hechos y publicó un reportaje sobre las muertes sucesivas de los ganadores del premio literario, lo que produjo el notorio descenso del número de concursantes. Con todo, ese año obtuvo el galardón un vanidoso agente seguros de Gerona. Dos semanas más tarde murió su joven cuñado –el verdadero autor de Requisitos del duende, brillante narración ganadora de un erotismo enfermizo-.
La verdad se supo y trajo consecuencias: en la siguiente convocatoria no hubo apenas participantes, y estos lo fueron por escasa información o petulancia burlona. En cualquier caso, el jurado lo declaró desierto. Un mes más tarde, con plausible prudencia, el consistorio anuló el concurso.

R.Ballester Añón

1 comentario:

  1. Enhorabuena. Es de lo mejor que he leído en esta provincia, pero que conste que al escribir este comentario me encomiendo a todos los santos protectores que mantienen cierta relación con el gremio de la sanidad y el del tráfico circulatorio.

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