-dos delitos, origen de su exilio a Tomos: su largo poema de didactica amorosa y su "error"(que permanece en penumbra historiográfica)
-nada de vergüenza por los borrones en mis escritos; quienquiera que los vea sabrá que han sido producidos por mis lágrimas
-gratos lugares romanos; al menos voy a tocarlos con el único pie (el métrico)que me está permitido hacerlo
-el poema exige tranquila soledad del escritor
-el rubio oro se prueba en el fuego; la fidelidad, en las adversidades
Me brindas, Rafael, excusa para recomendar a tus lectores el poema "A Ovidio", de Pushkin: coincidencia geográfica y, acaso, coincidencia delictiva.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por la sugerencia.
ResponderEliminarUn abrazo